Triunfos a pesar de Trump
El juego de palabras es fantástico. Porque a pesar de Trump, Irán puede apuntarse unos cuantos triunfos en muy corto espacio de tiempo dado que a la política de «máxima presión» de EEUU el país persa ha respondido con otra política de «máxima-contrapresión». Su dignidad y determinación no solo de resistir, sino de golpear, son sorprendentes. Y está ganando de forma clara.
No hace falta recordar la historia del sofisticado avioncito espía del que presumían tanto EEUU como la OTAN y que fue derribado por Irán en junio, pero ahí comienza realmente la historia. Porque a partir de ahí Irán respondió a todas y cada una de las aggresiones de EEUU -y sus vasallos- de una forma igual o superior. Por ejemplo, con el acto de piratería llevado a cabo por Gran Bretaña con el petrolero detenido en Gibraltar. Irán capturó no uno, sino dos petroleros británicos aunque liberó uno al poco tiempo. El otro le retuvo hasta hace una semana, cuando el petrolero iraní capturado en Gibraltar ya estaba seguro en casa. Previamente había descargado su petróleo en Siria, donde supuestamente no podía hacerlo en virtud de las sanciones (ilegales según el derecho internacional) dictadas por la UE a Siria.
Pues bien, resulta que EEUU acaba de hacer un movimiento que no hacía desde hace 13 años: trasladar el Centro Combinado de Operaciones Áreas y Espaciales desde Qatar a Carolina del Sur. Es decir, que EEUU va a monitorear Oriente Próximo desde 7.000 km de distancia. ¿Miedo? Tomadlo como queráis, pero sin duda es un indicativo de que EEUU se toma muy en serio eso que dice Irán de que en caso de ataque este centro sería uno de sus objetivos prioritarios. ¿Eso significa que hay una guerra inminente? Para nada. Pero también es un indicativo de que EEUU tiene mucho que mejorar después de que los hutíes hayan dejado en ridículo tanto a sauditas como a estadounidenses y sus «sofisticadas» armas -y a su sistema de inteligencia y control- tras el ataque con drones a las refinerías de petróleo de hace unas semanas. Y, desde luego, EEUU se ha puesto a ello.
Este movimiento ha generado el pánico definitivo en Arabia Saudita, ese país que antes del ataque de los hutíes (que el domingo volvieron a liarla al causar centenares de bajas en personal y material, así como capturar a casi 2.000 integrantes del ejército yemení respaldado por Arabia Saudita, y se da la casualidad de que muchos de ellos eran mercenarios paquistaníes e iraquíes) se había jactado de que podría derrotar a Irán en ocho horas. Los saudíes ahora están en modo pánico total. Ineficaces, incapaces, bocazas, cualquier calificativo se les puede aplicar. Y tienen tanto miedo que han intensificado los contactos con Irán para llegar a algún tipo de acuerdo.
Si hace un par de meses fueron los chinos quienes hicieron ese papel, ahora son los iraquíes. El primer ministro de Irak es quien está haciendo de mediador entre ambos países y dice que si dicha mediación es exitosa la normalización de relaciones entre ambos países se firmaría en Bagdad. No hay que alzar las campanas al vuelo porque el recorrido es largo, muy largo. Pero claramente, el pánico saudita echa por tierra todos los planes, tanto de EEUU como de Israel, para terminar con el caso palestino e imponer el famoso, e infame, «acuerdo del siglo».
Es evidente que Arabia Saudita ha dado este paso contando o con la aprobación de EEUU o, al menos, con su consentimiento. Y eso nos lleva al principio: EEUU se toma a Irán en serio.
Ahora bien, también Irak dice que los sauditas han puesto una serie de condiciones como reducir la influencia de Irán en Yemen y Siria, algo bastante peregrino porque si a alguien le van bien las cosas en estos dos países es precisamente a Irán. En cualquier caso, esto es poca cosa para Irán, que se puede permitir el lujo de ceder algo teniendo en cuenta que tanto los hutíes como los sirios están muy agradecidos por su apoyo y no dejarán de ser sus aliados para lo que quiera o necesite. Y desde luego, si alguien va a ceder, y bastante, es Arabia Saudita sin duda.
Puede que sea un intento de ganar tiempo en unos momentos en los que el cáncer de la guerra de Yemen está afectando de forma clara al cuerpo saudita. No hay más que pensar en el ataque hutí contra las refinerías.
¿Por qué estos movimientos? pues porque Irán está en un pozo, sí, pero no con el agua al cuello. Hace pie, y eso le permite respirar, aunque tal vez aún tarde un tiempo de salir del pozo. Y como ha demostrado una sorprendente capacidad de resistencia y de decisión, hay quien se ha dado cuenta y ya os lo conté: los chinos y los rusos.
Ahora los rusos dan un paso más y anuncian que los bancos de ambos países han conectado sus servicios para las transacciones bancarias bidireccionales eludiendo el SWIFT occidental. Es decir, es el anuncio oficial de que ni Rusia ni Irán utilizarán el dólar en sus relaciones comerciales, algo que ya hacían pero ahora sin miedo alguno a sanciones porque no son posibles. ¿Recordáis que EEUU ha impuesto nuevas sanciones al Banco Central de Irán tras el ataque a las refinerías sauditas? Pues aquí está una grieta y no pequeña precisamente.
El paso es de una importancia vital para Irán porque le permite comerciar no solo con Rusia, sino con todos los países de la Unión Económica Euroasiática, a la que formalmente se ha adherido desde hoy aunque no todavía como miembro de pleno derecho sino como socio preferente. Eso significa que el comercio con Rusia, Bielorrusia, Armenia, Kazajstán y Kirguistán se hará sin dólares.
Pero hay más. Irán y Turquía acaban de firmar un acuerdo para que el comercio bilateral sea totalmente en sus monedas respectivas, el rial y la lira. En la actualidad, el 34% del comercio entre los dos países ya se hace en sus monedas. Así que otra grieta en la estrategia de «máxima presión» de EEUU.
Y lo penúltimo por ahora: Bélgica y Suecia han anunciado formalmente que se unen al todavía no nato INSTEX puesto en marcha hace tres meses por Gran Bretaña, Francia y Alemania para intentar salvar el acuerdo nuclear con Irán y comerciar al margen de las sanciones de EEUU. Eso abre un frente importante para la UE, que se ve obligada a acelerar, a su pesar, ese canal de transferencias comerciales si quiere no perder un mercado tan jugoso como el iraní. ¿Recordáis que esta troika europea consideró a Irán culpable por los ataques a las refinerías, haciendo bueno su vasallaje a EEUU? Pero la cosa no acaba en Bélgica y Suecia, sino que como ha tenido que reconocer Natalie Tocci, asistente de la Alta Representante de la UE en Política Exterior, Federica Mogherini, hay otros ocho países europeos que también quieren unirse al INSTEX. Así que ahora la UE, la troika que la controla de hecho, tiene una gran presión interna con la que no contaba para hacer funcionar de una vez el famoso INSTEX.
Como dirían los geniales Hermanos Marx, «¡más madera, es la guerra!». E Irán está encantado con ella.