Venezuela: Una declaración histórica de cinco generaciones. Farruco Sesto
El 2 de julio, en el Teatro Teresa Carreño de Caracas, 2500 personas representantes de cinco generaciones con presencia revolucionaria en la política de Venezuela, aclamaron como su candidato a la presidencia, a nombre de millones de compatriotas, a Nicolás Maduro.
Cinco generaciones que pueden definirse así: la generación precursora, que viene de las luchas de los años sesenta, setenta y ochenta y aún sigue activa. La generación fundadora, que acompañó al comandante Chávez en la creación del proyecto bolivariano (el propio Maduro es un bueno representante de ella). La generación de oro, así bautizada por Chávez, que es la que tenía entre veinte y treinta años en los inicios de su gobierno. La generación intermedia, que son los jóvenes y chicas que se fueron incorporando después y que hoy tienen aquella edad. Y la generación genial, formada por los mas nuevos que hoy día insurgen en el campo político con una fuerza extraordinaria.
En ese acto, el comandante de la revolución Luis Reyes Reyes, leyó una “Declaración política de cinco generaciones, UNIDAS COMO Los DEDOS DE La MANO”, que está siendo firmada por millones de personas en todo el país.
Aunque este espacio no permite reproducirla completa, creemos que es importante anotar una buena parte, como expresión directa de la voluntad de un pueblo. Una mirada fina podrá extraer de ella el espíritu de los grandes objetivos de la revolución bolivariana convertidos en aspiraciones políticas irrenunciables.
En nuestros cinco estratos de tiempo vivido y por vivir, proclamamos que, a pesar de las diferencias cronológicas, nada hay que nos divida en esta batalla histórica. Sino que, por el contrario, es más bien la propia vida la que nos enlaza y nos integra, en el tiempo actual, hasta convertirnos en una sola fuerza.
Fuerza que ha de ser victoriosa, en esta coyuntura, como en cada otra que se nos presente, recordando siempre la instrucción del Comandante Chávez: ¡unidad, lucha, batalla y victoria!, para que Venezuela continúe como nación independiente, soberana, y no se diluya en los estertores de un mundo que declina. Sino que continúe impulsando con valentía al mundo pluripolar que hoy nace: pacífico, próspero, sin hegemonías coercitivas. Vale decir, un mundo sin imperialismo ni colonialismos.
También para que, en lo interno, nuestra Venezuela bonita, apoyándose en la unidad del pueblo del que formamos parte, logre avanzar sobre los Objetivos Históricos diseñados por Chávez en el Plan de la Patria, con las 7 Grandes Transformaciones que ha planteado Nicolás Maduro junto al pueblo, para el período 2025-2030.
Nuestro compromiso, que como tal hemos asumido hace tiempo, implica la defensa de algunas decisiones políticas, tanto en el corto como en el largo plazo, que queremos subrayar especialmente:
Que en nuestra Patria no haya, nunca más, campo abierto al fascismo, ni a la representación interna del neocolonialismo ni del imperialismo.
Que el poder político se mantenga por siempre en las manos del pueblo soberano.
Que la construcción del socialismo le dé rumbo y sentido a todas nuestras acciones políticas, sociales, económicas, culturales. ¡Que nazca potente desde las entrañas del pueblo el Estado Comunal! Como expresión suprema del Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia.
Que el protagonismo de los trabajadores y trabajadoras en la producción y en la conducción de la sociedad, garantice una economía de calidad, humanamente digna, sin explotación ni exclusión de ningún tipo.
Que nuestra libertad descanse en la conciencia del pueblo, producto del conocimiento generalizado.
Que toda acción de gobierno, en cualquiera de sus nive-les, tenga como sur (porque nuestro norte es el sur) nuestra transformación en una sociedad próspera, que deje atrás para siempre la pobreza y la desigualdad.
Que la razón amorosa, con todo lo que ella implica, guie nuestros pasos en la contribución a la causa humana y la paz entre los pueblos.
Que nuestras culturas, constitutivas de la nacionalidad, diversas y complementarias como son, florezcan y se regocijen, todas y cada una de ellas, participando con sus poderes creadores, en la construcción del porvenir.
Que nuestra Fuerza Armada siga siendo, por siempre, pueblo soldado, al servicio de las mejores causas, entre las cuales se encuentra la unión de Nuestra América y la garantía de su independencia definitiva.
_Razones todas ellas, entre otras de igual significado, por las cuáles reconocemos y apoyamos como nuestro Candidato Presidencial, integrante de la Generación Fundadora pero candidato de las cinco generaciones al compañero trabajador Nicolás Maduro Moros, Presidente victorioso de la paz, protector del pueblo, y constructor de prosperidad en los tiempos más difíciles, como garantía de que nuestras legítimas aspiraciones y sueños se concretarán en realidades.
(Publicado en NÓSdiario, originalmente en gallego, el 13 de julio de 2024)