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Con Ucrania nazi son uno solo bajo la OTAN. Ramón Pedregal Casanova

Todo lo que cabe en el capitalismo: organizaciones de diferentes nombres, nombres para todos los públicos, trabajan como si fuesen, o como que son, despachos de reparto de anuncios publicitarios, todos los públicos reciben consignas fabricadas, envueltas en papel legal, propuestas, -hasta les llaman reivindicaciones-, todas esas son las que el sistema conduce hasta la cuesta abajo y en la inclinación cogen velocidad y pasan entre el enrejado de la alcantarilla que se las traga.

Bandera de la OTAN, del batallón Azov y Ucrania, y la bandera nazi.

Con los nombres de esas organizaciones lo que vemos son despachitos publicitarios, suenan a algo llamativo, son nombres masculinos, femeninos o neutros, cada uno dispone de su términos-lenguaje para atraerse a un tipo de público, alguno llega a nombrar a la clase obrera, trabajadora, pero siempre pone delante el silencio de lo que significa el interés de ésta, la necesidad, de poner fin al modelo social que la somete. La labor de los diferentes despachitos que se anuncian como defensores de ideas/ideologías, derivados de la sociedad capitalista, es la de mover los bordes para que parezca que se puede rascar algo, lo que llaman reformas, y en ocasiones se atreven a decir que lo que obtienen es “revolucionario”. Mueven los bordes rascando y calle abajo el sistema se traga todo, palabras más altas y más bajas, de “izquierdas”, de “derechas”, a eso le llaman pluralidad, cuantas más diferencias en nombres más parecen dividir, y sin embargo más se reconocen. Hay algo que los decanta como uno solo: ninguno analiza, muestra la raíz de lo que ocurre, ninguno contrasta ni quiere que se escuche más que la voz que va a la alcantarilla capitalista: bajo la orden de Biden y su agrupación nazi, todos los despachitos han decretado que el enemigo es Rusia, coinciden en culpar al país censurando todas las voces que no digan lo que quieren, les cierran las redes sociales, los periódicos, las emisoras de radio y tv, y bloquean páginas y emisoras, Hitler se enorgullece de éstos sus fieles seguidores. Goebbels les enseñó la guerra mediática: mentir y mentir hasta que el mundo crea que es verdad. Lo curioso es que “el mundo”, eso que los nazis de hoy llaman “la opinión mundial” son únicamente el 10% de la totalidad del mundo, cuan engañada está la gente del mundo capitalista occidental. De esos millones de personas sometidas por los despachitos que se llaman de “izquierda” o de “derecha”, ¿alguien puede explicar los tratados, acuerdos y leyes internacionales firmados que se refieren a la seguridad nacional de un país?, ¿los acuerdos entre EEUU-OTAN y la Unión Soviética-Rusia para garantizar la paz?, ¿alguna de esas personas que salen a la calle siguiendo las consignas de los despachitos del gran capital culpando de todo lo que les asfixia a “la guerra de Putín” puede explicar por qué EEUU invirtió en formar, organizar y armar a los nazis ucranianos que dieron el golpe de Estado en 2014?, ¿alguna de esas personas puede repetir las palabras de la subsecretaria de Estado de EEUU con las que se refería a Europa si estallase el conflicto que ella misma había incentivado en Kiev, en el Maidan?, ¿alguna de esas personas conoce, ha leido, los Acuerdos de Minsk I y II?, ¿alguna de esas personas sabe lo que son armas de destrucción masiva y qué se fabricaba en los laboratorios biológicos que instaló EEUU, hasta 30, en suelo ucraniano cerca de la frontera con Rusia y para qué experimentaban con bacterias que atacaban unicamente a la raza eslava que se reconoce en Rusia?, ¿alguna de esas personas que salen guiadas por los despachitos del capitalismo a protestar contra el que le han dicho que diga que es un “criminal de guerra”, puede explicar por qué EEUU tiene a Rusia rodeada de bases militares, armas nucleares, laboratorios a los que no permite que entre ningún organismo internacional de control para impedir que fabriquen armas biológicas prohibidas?, ¿alguna de esas personas tan seguidoras de “izquierdas” y “derechas” de obediencia nazi-otanista, bajo el mando del complejo industrial-militar de EEUU, puede explicar por qué el imperialismo impone sanciones a Rusia cuando Rusia se ha mantenido en todos los órganos internacionales y sus leyes, mientras EEUU se ha salido de todos ellos?, ¿qué sabe, cuánto sabe, cualquiera de las personas asistentes a los mandados de los despachitos que viven haciendo el caldo gordo al imperialismo?, ¿se han enterado de que el lacayo Pedro Sánchez a entregado un país como es Sahara Occidental a Marruecos, de acuerdo con el mandato de Biden, condenando al pueblo saharaui al destierro, al exilio, a los campos de refugiados?: https://youtu.be/JtwXdUwjmrU , ¿sabe esa gente que sigue a los siervos de EEUU, que su presidente, Pedro Sánchez Pérez-Castejón, hace que sean partícipes de un crimen de lesa humanidad que queda ya escrito en letras gruesas en la Historia?: en ningún caso la ignorancia exime de responsabilidad histórica, aquí tiene alguna información: https://mpr21.info/youtube-censura-el-documental-de-oliver-stone-ucrania-en-llamas/

Y aquí echan a correr la idea (ideología) que habita en ellos, la echan a correr cuesta abajo, como el agua sucia que pasa entre el enrejado de la alcantarilla: su grito es “Toda la culpa es de Putín”. En las guerras de 4ª generación o de conquista psicológica, la operación que corresponde hacer a los despachitos que se dicen de “izquierda”, de “derecha”, “nazi”, o “independientes”, esos batallones de combate propagandístico ponen a disparar la maquinaria de difusión: manejar psicológicamente a la gente requiere el ataque de propaganda, censura, prohibición, fabricación de noticias falsas, todo el esfuerzo va dirigido para cegar y convencer al público. Y en ese punto se les ve con claridad: con Ucrania son uno solo bajo la OTAN, todos los despachitos se pronuncian por igual, todos hablan contra la guerra, mientras aplauden el envío de armas, organizan el envío de mercenarios nazis y aprueban el aumento del presupuesto para la guerra. Desde los despachitos no sale una voz que recuerde la Historia, ni siquiera pronuncian el nombre de la gran potencia que pone a sus lacayos a gritar como si fuesen “la opinión del mundo”. Ningún despachito con nombre de partido, organización, o cosa similar saca un párrafo que aclare, una frase que nombre al responsable, solo jalean bajo el paraguas de la OTAN. Todos exudan, todos exhalan, todos despiden el mismo olor y aliento fétidos. Aplauden de pies y sentados, y firman hasta quienes ni están de pies ni sentados en el Congreso, se dicen con nombre que atañe a un sector social numeroso, hay quien firma en nombre de, dice, un género, una profesión, todos como tertulianos de esos que defecan cada vez que abren la boca para que la atmósfera resulte escandalosa y atufe. Ucrania ha resultado la mierda a la que acuden todos los moscardones a comer su parte, es la mierda de la OTAN, el paraguas del capitalismo, el sistema del que salen con nombres que quieren hacer creer que defienden ¿qué?, cuando repiten, firman, y aplauden los discursos del paraguas del capital.

Curioso, toda esa gente defensora del modelo social que empobrece a la clase trabajadora, del modelo social que deja a la gente sin trabajo, sin comida, sin luz, sin calefacción, sin pensión, sin casa, el modelo social que tiene a los agricultores abandonados, a los transportistas, a los pequeños comerciantes, al pueblo en la ruina, esa gente que vive haciendo propaganda contra Rusia, que parece preocuparse por la guerra, no articulan la mínima virulencia en la defensa de la gente trabajadora, ¿oposición?, procuran que las cabezas no se levanten porque saben que nunca medraron los bueyes en los páramos de España, como dice nuestro poeta del pueblo, ese sí defensor del pueblo trabajador, Miguel Hernández (Vientos del pueblo me llevan, vientos del pueblo me arrastran, me esparcen el corazón y me aventan la garganta. Los bueyes doblan la frente, imponentemente mansa, delante de los castigos: los leones la levantan, y al mismo tiempo castigan con su clamorosa zarpa.)

Culpan, culpan, culpan con enfurecida propaganda, todos al unísono, como uno solo acusan a Rusia, Putin. … Putin-Rusia, ¿recuerdan cuando era Vietnam, cuando era Grenada, cuando era Yugoslavia, cuando era Iraq, cuando era Libia, cuando era Siria, Irán, Corea, Nicaragua,Venezuela, Bolivia, Cuba, China, Yemen, …? , los siervos se cuidan mucho de estar en la fila desde la que jalean a los nazis ucranianos y a EEUU y sus siervos por el traslado a Ucrania de los criminales del ISIS-DAES y los nazis de los restantes países europeos, no podemos olvidar como mediante esos terroristas han destrozado Oriente Medio, dirigidos y empleados por el ente que llaman Israel, también eso les parece bien, nunca se les ha visto unidos en la defensa de Palestina. Junto a éstos personajillos no olvidamos el nombre de sus organizaciones, por aquello de botarse ellos solos a la basura de la Historia: todos en la misma corriente como el agua sucia calle abajo, para colarse entre el enrejado de la alcantarilla imperialista.

El nazismo los ha marcado de tal modo que han llegado a volar por los aires todo puente cultural ruso, han prohibido conciertos de música, ballets, pinturas, comidas, libros, … Quisiera que a ustedes que leen no les afectase, que no les afecte, la cultura acerca a los pueblos, hermana a los seres humanos, no sigan la frase de aquél asesino español que decía “oigo la palabra libro y saco la pistola”, la humanidad, el antinazismo, el antifascismo, el antifranquismo tiene vida y futuro en la información antiimperialista y en la cultura de cada pueblo. Ante semejante circunstancia histórica les invito a leer a los clásicos rusos, por ejemplo a Nicolai Gogol, ucraniano cuando su tierra era Rusia, nació el 19 de marzo de 1809. En 1828 se trasladó a San Petersburgo, donde inició su actividad literaria con el pseudónimo V. Alov. Se ganó la amistad de Zhukovski, Pogodin y Pushkin, que le animaron a perseverar en su trabajo. Les expongo unas primeras líneas de su libro “Cuentos petersburgueses”:

“LA AVENIDA NEVSKI.

No hay nada mejor, por lo menos en Petersburgo, que la Avenida Nevski, para la ciudad lo es todo.

¿Qué adorno le falta a esta calle, ornato de nuestra capital? Yo sé que ninguno de sus pálidos y jerarquizados habitantes cambiaría la Avenida Nevski por todo el oro del mundo. Entusiasma tanto al que tiene veinticinco años, hermosos mostachos y levita de corte impecable, como al de barbilla entrecana y cabeza lisa, como una bandeja de plata. ¡Y qué decir de las damas! A las damas la Avenida Nevski les encanta aún más.

Pero ¿a quién puede desagradar? Apenas pisas la Avenida, ya notas que huele a recreo. Por muy urgente y necesario que sea el asunto, nada más entres allí, te olvidarás de todas las ocupaciones. Este es el único sitio al que la gente no acude llevada por la necesidad o por el interés mercantil que subyuga a todo Petersburgo. …”

Busquen entre los libros de su casa, en las librerías, también en las de segunda mano, en las bibliotecas públicas, si aun no los han retirado los inquisidores, lean a Gorki, a Pushkin, a Tolstoi, a Chejov, a Gogol, a Dostoievski, a Stefan Zweig en su Momentos estelares de la Humanidad, a Jhon Reed en su Diez días que estremecieron al mundo, a Jacques Sadoul en su Cartas desde la Revolución bolchevique, a Isaac Babel, a Makarenko, a Mayakovski, a Kirillov, a Gerasimov, a Viktor Shklovski, …

Recuerden, con Ucrania nazi, son un solo siervo bajo la OTAN.

 

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