Declaración del FAI contra la escalada militarista de los EEUU en la Península de Corea
En las últimas semanas se suceden las actitudes hostiles de EEUU hacia Corea del Norte. EEUU actualmente está presionando abiertamente al gobierno de Corea del Sur para que entre en el Quad, un intento de frenar a China dentro del proyecto norteamericano para Asia-Pacífico. Por otro lado, EEUU está introduciendo o planeando introducir en Corea del Sur armas nucleares de bajo rendimiento, misiles y armas tácticas estratégicas, aparte del despliegue del THAAD.
El Frente Democrático Nacional Antiimperialista (FDNA) nos informa puntualmente de todo ello desde Corea. También nos comentan cómo hacen llegar a los surcoreanos buenas noticias desde la República Popular Democrática de Corea, como la construcción de nuevas viviendas en Pyongyang, noticias que inspiran a los revolucionario coreanos y a todo tipo de organizaciones progresistas.
Para llevar a cabo sus planes, EEUU está recurriendo a una vieja táctica: la creación de «opinión pública» al respecto. Para ellos, la «provocación» proviene desde Corea del Norte, porque hace poco ensayaron un nuevo misil en su propio territorio. Ya informamos de ello en su momento y de cómo el ensayo de Corea del Norte era sencillamente una respuesta a las maniobras militares conjuntas entre EEUU y Corea del Sur, que llevaban semanas produciéndose a pocos kilómetros de suelo norcoreano, algo además que sucede constantemente.
Desde el Frente Antiimperialista Internacionalista, denunciamos la escalada militarista de los EEUU en la Península de Corea con la complicidad servilista del gobierno suercoreano. Esta escalada, aparte de ser llevada con la consiguiente y conocida actitud chulesca y abusona de los norteamericanos, viene asociada a una auténtica campaña de desinformación de lo más hipócrita, rozando por momentos lo puramente irónico. Los medios de comunicación occidentales capitalistas e imperialistas entran humildemente en el juego estadounidense, repitiendo como loros las barbaridades que les obligan a decir sus amos.
Es indignante comprobar cómo sucede lo mismo en el Estado español, donde los medios al servicio del poder y otros privados, incluso autodenominados «progresistas», se alinean con el Tío Sam, claramente, sin hacer preguntas, sin comprobar la información, sin contrastarla, y sin hacerse eco de la postura y de la versión de la otra parte. Pero no nos sorprende, pues ya vimos en su día cómo dichos medios se alegraban tontamente con la llegada del «bueno-Biden» frente a la salida, por fin, del «malo-Trump». Para los pueblos oprimidos y las gentes verdaderamente progresistas y revolucionarias del mundo, nada ha cambiado, pues el sistema social, político, económico y cultural de los EEUU (y del Estado español) sigue siendo el mismo.
9 de abril de 2021