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Javier Milei, un monstruo ultraneoliberal, fascista y antiargentino. José A. Amesty Rivera

Es ciertísima la frase de Antonio Gramsci «El viejo mundo se muere. El nuevo tarda en aparecer. Y en ese claroscuro surgen los monstruos«. Detrás de esta expresión está la idea que el viejo mundo capitalista fallece y el mundo nuevo del socialismo emergente tarda en aparecer; en ese ínterin (que parece muy largo), surgen los monstruos, engendros, los ogros, que son individuos, corporaciones, instituciones, otros.

Y es que esta frase se ve reflejada en las últimas décadas en América Latina, en las gobernanzas de algunos países: Pinochet en Chile, en Brasil Bolsonaro, Fujimori en Perú, Duque y Uribe Vélez en Colombia, Boric en Chile, por mencionar algunos, además de algunos otros monstruos más pequeños, pero al fin y al cabo engendros del mal.

Todos estos seres tienen en común moverse dentro del neoliberalismo salvaje y fascista, y además la derecha del continente parece sacarlos de una especie de caja, donde se encuentran los más malos y perversos, además de ser desconocidos, y cuando salen a la arena política algunos suelen ser de una apariencia infernal, muy poco agraciados, repulsivos a la vista y a un paso de la demencia.

Tal es el caso reciente de Javier Gerardo Milei en Argentina, quien acaba de ganar las elecciones primarias argentinas, también llamadas PASO (Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias), que​ fueron creadas en el 2009.

Pero ¿quién es este enigmático personaje? Según el Diario Octubre y otras fuentes, nacido en Buenos Aires, el 22 de octubre de 1970. Es un economista, político y docente argentino, líder (diputado) del espacio político La Libertad Avanza. Comúnmente es definido por medios de comunicación internacionales como un político de extrema derecha, en tanto que medios nacionales argentinos y consultores políticos de ese país, lo describen como de derecha libertaria. Es seguidor de los postulados formulados por los economistas de la escuela austriaca y se autodenomina como anarcocapitalista en la teoría, liberal-libertario y minarquista en la vida real, aunque varias de sus posiciones políticas han sido descritas como conservadoras o ultraconservadoras.

El libertarismo es una filosofía política y legal que promueve una sociedad que garantice la libertad del individuo, los derechos de propiedad privada y la asignación de los recursos a través de la economía de mercado. El libertarismo considera la propiedad y los mercados libres como las bases más sólidas para garantizar la libertad individual.

Milei, se declara admirador de Donald Trump y Jair Bolsonaro. Ha sido retratado en los medios por sus posturas controversiales (y fascistas) en temas como la prohibición del aborto, la liberalización de la venta de armas y órganos humanos, así como por poner al Estado como el principal enemigo.

Se autodenomina un libertario que promete cerrar el Banco Central. Javier Milei ganó notoriedad gracias a sus apariciones en televisión y su discurso agresivo. A pesar de que hace poco tiempo era un desconocido en el mundo público, hoy en día se presenta como el salvador de la “revolución moral” y dice oponerse a todos los políticos tradicionales del país, a los que llama “la casta”.

En un momento cuando en el mundo están surgiendo bloques económicos que desafían la hegemonía de la moneda estadounidense, Javier Milei propone dolarizar la economía argentina.

¿Cuáles son sus propuestas de gobierno más cuestionadas?

  • Milei considera que el peso argentino es una moneda inviable y que la única solución es adoptar el dólar estadounidense, como signo oficial, así como eliminar la política monetaria.
  • Plantea la privatización de la salud, la educación y las empresas estatales, en función de lo que argumenta que el sistema privado proporciona mejores servicios.
  • Busca la eliminación de todos los ministerios, dejando únicamente los de Economía, Justicia, Interior, Seguridad, Defensa y Relaciones Exteriores.
  • Propone una reforma económica basada en la reducción del gasto público y los impuestos, así como la eliminación de la obra pública.
  • En términos energéticos, aspira a terminar con los subsidios e “implementar un esquema tarifario realista”.
  • Proyecta una reforma judicial y acusa el sistema judicial actual de “perseguir opositores o favorecer amigos”.

Según, el escritor y periodista argentino, Juan Martín Porto, en su artículo: «Milei y una propuesta de política exterior «altamente ideologizada» y «casi caricaturesca», Milei promete romper relaciones diplomáticas con Brasil y China (los dos principales socios comerciales de la Argentina), en caso de llegar a la Casa Rosada.

A su vez afirma, que su «alineamiento de geopolítica es Estados Unidos e Israel», dos naciones que paradójicamente mantienen un fuerte intercambio comercial con la gigante China.

Para concluir, Porto enfatiza: en un contexto de reconfiguración de la hegemonía global, el candidato presidencial Javier Milei promete una política exterior «altamente ideologizada» desde un alineamiento automático con los Estados Unidos y el congelamiento de los vínculos con países que juzga «comunistas» en un revival «casi caricaturesco de un escenario de Guerra Fría que ya no existe».

A pesar de que estas ideas se fundamentan en falsedades que pasan por alto la realidad histórica y social de Argentina y del mundo, han logrado fundamento entre una parte de la población que expresa su descontento y cansancio ante la situación económica del país.

No en balde, armas, drogas, venta de órganos, homofobia, negacionismo de la dictadura, antiabortismo y misoginia; diversas polémicas en la carrera de Milei, han resultado en críticas hacia su figura, pero también le han proporcionado una notable visibilidad y reconocimiento en el ámbito público.

Milei, también posee una serie de elementos excéntricos en su vida personal que lo distinguen. Tiene una fuerte convicción religiosa y afirma mantener conversaciones con Dios; tiene afición por la seudociencia; convive con cinco perros, a los cuales ha nombrado en honor a economistas famosos, y asegura que puede contactarse con uno de sus canes fallecidos; tiene afición por el rock en inglés y suele cantar canciones de este género en sus actos políticos; también se rodea de mujeres jóvenes y atractivas que se encargan de organizar y promover sus actos y candidaturas, y ha sido acusado por pedir favores sexuales.

En una reciente entrevista al exmandatario uruguayo, José Mujica, por parte del periodista Leo Sarro, respondió el reconocido político, sobre la pregunta ¿Qué sucedería si Milei llega a la presidencia? ¡Socorro! “no porque sea de derecha; me parece que es un loco”.

A su vez, el youtuber brasileño Diego Ruzzarin, menciona como parte de las excentricidades y secretos de Milei:

  • Duerme con su hermana
  • Elige a sus candidatos con el Tarot
  • Es amigo de multimillonarios oligarcas
  • Se hizo amigo de un rabino, para que no lo acusen de nazi
  • Quiere que haya un libre mercado de órganos y bebes.
  • Quiere privatizar las Fuerzas Armadas Argentinas, entre otras cosas.

Entonces, ¿Cómo se explica que un personaje tan polémico y desestabilizado, con ideas excéntricas y propuestas cuestionables y regresivas, haya logrado captar la atención y el apoyo de una parte importante del electorado argentino?

Una de las hipótesis plantea que las condiciones de descontento político y la frustración de un segmento significativo de la sociedad argentina ante los errores del gobierno de Alberto Fernández, sumadas a la crisis económica que venía desarrollándose desde el gobierno de Mauricio Macri, (lo que algunos llaman el hartazgo de la sociedad argentina), fueron elementos determinantes para el ascenso político de Milei, quien supo aprovechar este malestar y presentarse como una supuesta alternativa radical al kirchnerismo y al macrismo, con un discurso antisistema y provocador.

Otros hablan que, ante su triunfo en las primarias y al estar detrás de él, ganó el Fondo Monetario Internacional FMI y el Poder Judicial Argentino.

Otros que ganó Milei, pero no debemos pasar de subestimarlo a sobrestimarlo. Lo importante es lograr caracterizarlo y entenderlo. El voto le llega por diferentes vertientes: la bronca, lo ideológico y lo mesiánico. Está sólido, sí, pero valoremos todo en su justa medida: tiene apoyo del 20 por ciento del padrón electoral (30 por ciento sobre voto válido), ni más ni menos, según Alfredo Serrano locutor y director argentino.

En resumen, varias de las democracias sudamericanas se encuentran bajo un doble acecho: el del narcoestado y el de la restauración salvaje de las políticas neoliberales (como es el caso de Milei), que devastaron a la región hace tres décadas, y de cuyos efectos apenas comenzaban a reponerse las naciones que experimentaron el giro a la izquierda de inicios de siglo.

Por otro lado, el profesor argentino Daniel Campione, Milei es un apóstol de la “libertad de mercado” que descalifica de cuajo la perspectiva de ponerle la más mínima limitación a las “recompensas” y “castigos” que administraría el autónomo juego de la oferta y la demanda y el imperio absoluto de la llamada libertad de empresa. A lo largo de su alocución (durante la campaña electoral), el candidato no se privó de nada. Ni siquiera de dedicar la victoria a sus perros. Y tampoco de azuzar al coro de adherentes que cantaba “Que se vayan todos, que no quede ni uno solo”, apropiándose de una consigna que cuando surgió hace más de dos décadas, tenía un fuerte tinte de cuestionamiento por izquierda a la dirigencia de la época. Pareciera una mueca trágica.

También, el insigne escritor y pensador Atilio Boron en su artículo, «Apostillas sobre las primarias y un par de recomendaciones prácticas«, señala que el triunfo de Milei, se trata de un «voto castigo», de un grito desesperado que no supo ser escuchado por las fuerzas políticas mayoritarias y que Milei, un astuto demagogo, supo capitalizar muy bien con su gritería y su fiera gestualidad, presuntamente destinada a plantarse en contra del sistema, cuando en realidad es su más reciente y estrafalaria manifestación.

Enfatizando además Boron que sería temerario arriesgar un resultado definitivo para las próximas elecciones presidenciales. Es más, ni siquiera estamos en condiciones de asegurar quienes serían los protagonistas del balotaje, en caso de que lo hubiera, algo de lo cual tampoco estamos ciento por ciento seguros.

Boron, además, se pregunta: vistos los resultados de las PASO, ¿estamos condenados a ser gobernados por la ultraderecha, o por el fascismo, o por el neofascismo, en cualquiera de sus personificaciones? ¡De ninguna manera! En coyunturas como ésta la voluntad política juega un papel fundamental. De allí que, debemos evitar «caer en los horrores y el caos subsecuente que desatará cualquier gobierno de extrema derecha o fascista que se instale en la Casa Rosada a partir del próximo 10 de diciembre».

Finalmente, parte de la política exterior, de Milei no es menos desastrosa; él asegura que, si llegara a ser presidente de Argentina, rompería relaciones con China, Venezuela, Brasil, Cuba, Nicaragua y promoverá la eliminación del Mercosur. Por su política monetaria de dolarización de Argentina, critica el ingreso a los BRICS, «no nos alinearemos a los comunistas».

En fin, todavía queda tiempo para no permitir que Milei llegue a la presidencia de Argentina. En este tiempo, es necesario tomar las calles del pueblo y desde allí convencer a los confundidos/as, a los indecisos y a los conscientes, que el camino del neoliberalismo, ya no es una alternativa, y menos la de Milei.

La izquierda argentina, debe tomar un papel protagónico en esta tarea, si es que quiere ser consecuente con sus postulados, acompañando al pueblo en sus luchas, desafíos y a mantener sus logros.

 

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