La otra pandemia. Israel y la anexión de Cisjordania, un crimen de guerra
Mientras avanza la pandemia del Covid-19 en todo el mundo, el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, se prepara para proceder a la anexión de buena parte del territorio de Cisjordania, a partir del próximo 1 de julio, por el llamado Acuerdo del Siglo pactado con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lo que significa el exterminio del pueblo palestino, un crimen de guerra.
Este crimen se prepara en silencio, aprovechando la desaparición de las noticias internacionales, entre las cuales está lo referido a este acuerdo ilegal, violatorio de todas las normas internacionales, una acción de muerte y despojo que ofende a la humanidad. Esto no aparece en pantallas de TV y nadie debería hacer silencio sobre tal situación
Recientemente miles de israelíes salieron a las calles en los territorios ocupados, rechazando los planes del gobierno del fundamentalista primer ministro Benjamín Netanyahu de anexar Cisjordania, de acuerdo con el informe de Hispan TV respaldado por sorprendentes imágenes.
Al grito de “No a la anexión, No a la ocupación, Sí a la paz y la democracia”, los manifestantes rechazaron en una de las mayores movilizaciones de los últimos tiempos la decisión de Netanyahu de iniciar el próximo 1 de julio la anexión de Cisjordania.
“En la protesta, algunos de los manifestantes ondearon banderas palestinas”. Según el diario local Haaretz, al menos 6000 israelíes participaron en la marcha, que fue organizada por grupos de izquierda.
Nitzan Horowitz, diputado del partido israelí Meretz, advirtió que la anexión es un crimen de guerra, un crimen contra la paz y contra la humanidad, que resultará en un derramamiento de sangre y que costaría millones de dólares en momentos en que la economía de ese país se está debilitando.
También la diputada del mismo partido Tamar Zandberg, consideró como “un acuerdo maldito, entre un hombre que está tratando de ganar una elección (Trump) y otro que está tratando de escapar de un juicio por corrupción”, al referirse al acuerdo con Netanyahu..
Este acuerdo “otorga a los palestinos una autonomía limitada dentro de una patria discontinua, deja en manos de Israel el cotizado Valle del Jordán y olvida la problemática de millones de refugiados palestinos deseosos de retornar a sus tierras”, señala Hispan TV.
Sólo faltan tres días para que se produzca una nueva invasión -eso es lo que es- de Israel en territorio palestino ocupado a pesar de que hay una gran oposición en el mundo, también silenciada.
Esta nueva ocupación ignora toda legislación internacional, dejando a lo que queda de Palestina, donde sobrevive en condiciones infrahumanas el pueblo palestino, despojado de sus territorios y rodeados de muros, como un Estado fragmentado que hace imposible mantener el autogobierno.
Todo es ilegal, Gaza es la cárcel abierta más grande del mundo. Las resoluciones de Naciones Unidas no cuentan para Israel y no estamos hablando de la población israelí, a la que los fundamentalistas de ese país están poniendo en grave peligro. Los bombardeos israelíes y de la OTAN en Irak, Libia, Siria, Yemen y otros, dejan además de miles de muertos y destrucción, una contaminación brutal del medio ambiente, de la que no escapa Israel, ni los mares, ni los ríos adyacentes.
La tortura, permitida en Israel, los asesinatos en nombre del antiterrorismo, las enseñanzas que transmiten las tropas israelíes en los territorios ocupados a policías y militares de otros países, entre ellos latinoamericanos, son parte de la incorporación de nuevos métodos criminales que se practican en el mundo.
¿Hasta cuándo vamos a permitir que los gobiernos ultraderechistas de Israel, el mejor aliado del mayor criminal internacional en la historia de la humanidad que es Estados Unidos, continúe el exterminio palestino?
Esto debe terminar y debe ser denunciado, como lo han hecho en estos días diversas organizaciones, incluso gobiernos y parlamentos. Los gobiernos de Europa especialmente deberían escuchar las voces de sus ciudadanos y organizaciones reconocidas que rechazan esta resolución.
Lentamente se está dejando al gobierno palestino en zonas aisladas rodeado de militares, conformando lo que muchos han denunciado como un apartheid: como un Estado disperso donde es imposible que funcione un gobierno. Gaza es un ejemplo de todas las arbitrariedades, agresiones y violaciones de los derechos humanos esenciales de un pueblo como el palestino, despojado y además con una cantidad de niños, mujeres, ancianos, hombres prisioneros, sólo por defender sus derechos entre ellos el derecho a la vida.
“Si el mundo se duerme, supondrá una nueva era de injusticia y crueldad”, es una consigna que circula en diversos manifiestos y protestas en las calles.
El Times de Israel sostiene que Netanyahu actualmente planea anexar sólo una pequeña porción del territorio de Cisjordania el 1 de julio, la tierra ocupada por más de cien asentamientos judíos, con casi 250.000 habitantes. El resto podría venir más tarde, pero el enfoque limitado por ahora, según se informa, se deriva del hecho de que un equipo israelí junto con uno estadounidense todavía está determinando las líneas exactas de territorio descritas en el acuerdo de paz”
En este proceso cumple un papel clave Jared Kushner, yerno de Donald Trump y vinculado al poderoso Lobby sionista en los EE.UU., quien estuvo detrás de la instalación –ilegal- de la embajada estadounidense en Jerusalén, también afrentando a la humanidad y de la decisión del presidente Trump de “regalar” las alturas del Golán sirias a Israel, en un acto de total desprecio por la legalidad internacional.
Es imposible continuar dejando hacer, cuando se trata de una injusticia inadmisible para el mundo en este siglo XXI, como permitir el eterno chantaje de acusar de antisemitas a quienes piden justicia, cuando son los gobiernos ultraderechistas de Israel, con estas medidas y con sus acciones en el mundo, los que ofenden la memoria de las víctimas del holocausto.
La anexión además de ser apoyada por la más dura derecha israelí y la administración Trump, también lo es por evangélicos que tienen “un interés religioso en que el territorio de Cisjordania permanezca bajo control israelí” señalan analistas sobre el tema
Mil eurodiputados y parlamentarios se unieron ya contra la anexión de Cisjordania, y las consecuencias que esto tendría hacia el futuro. Ha resurgido la decisión de imponer sanciones en el comercio con Israel de parte de sindicatos de trabajadores. Por su parte Omar Karmi (The Electronic Intifada, Palestina) advierte que el ejército israelí está comenzando sus preparativos mientras los colonos israelíes están enojados porque la anexión propuesta no llegará lo suficientemente lejos.
Ante estas intenciones “varios países, políticos y actores internacionales elevaron sus protestas. Gran Bretaña «no apoyará» la anexión y Francia, Bélgica, Luxemburgo e Irlanda han propuesto medidas económicas punitivas en respuesta, señala Karmi. También menciona a Joe Biden, el candidato presidencial demócrata de Estados Unidos, quien ha propuesto presionar a Israel para que no tome ninguna medida «que haga imposible una solución de dos Estados». China se ha expresado en contra de esta medida, mientras que la Federación Rusa se opone enérgicamente y el Vaticano advirtió contra la anexión, lo que de acuerdo al analista evidencia que existe un bloque sólido de oposición global a los planes de Israel.
Jordania ha protestado fuertemente y los países del Golfo también han dado la voz de alarma. La anexión sería un ‘serio revés para el proceso de paz’, según el ministro de Asuntos Exteriores de los Emiratos Árabes Unidos.
Nickolay Mladenov, Coordinador Especial para el Proceso de Paz de Oriente Medio nombrado por la ONU, ha instado a Israel a «abandonar las amenazas de anexión», advirtiendo que, si se llevara a cabo, sería una violación «muy grave» del derecho internacional.
400 intelectuales de Estados Unidos y de Israel rechazaron públicamente la anexión de Cisjordania advirtiendo quede consumarse se generarían las condiciones de un Apartheid en Israel y Palestina, legitimando un sistema antidemocrático de leyes separadas y desiguales y discriminación sistémica contra la población palestina.
Expertos de la ONU que se oponen a la anexión consideran también que esto seria “un apartheid del siglo XXI”, mientras que Hussein Al-Sheikh, asesor del presidente de la autoridad palestina, Mahmoud Abbas, dijo al NY Times que “la anexión significa un no retorno en la relación con Israel”.
Pero el gobierno israelí no da muestras de detenerse ante nada, ya que cuenta con el respaldo y complicidad de Donald Trump.
Otro importante grupo de países, de organizaciones de todo tipo, entre ellos de derechos humanos, de sindicatos y centrales obreras, han manifestado su rechazo a la medida de anexión, al mismo tiempo que advirtieron sobre el retorno del terrorismo como un disuasor utilizado tantas veces por el poder hegemónico imperial para imponer al mundo sus decisiones.
(Publicado originalmente en la web del Capítulo Cubano de la Red en Defensa de la Humanidad, el 29 de junio de 2020)