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Mismos alborotos, actores y viejas denuncias contra Cuba. José Alberto Amesty Rivera

Recientemente, leemos varios titulares que hablan de supuestas declaraciones de la Organización de Naciones Unidas, ONU, sobre derechos humanos en Cuba, en torno a condenas a participantes en los disturbios de julio de 2021. En esta ocasión, la abanderada de la campaña es la organización no gubernamental «Prisoners Defenders», cuya presencia recurrente es en shows mediáticos alrededor de esta temática.

Veamos algo sobre esta ONG:

  1. Precisemos que, la ONG «Prisoners Defenders» creó, en septiembre del 2018, una sección denominada «Cuban Prisioners Defenders».
  2. La cual, aunque tiene su sede en Madrid y está inscrita en el Registro Nacional de Asociaciones de España, es en realidad un instrumento creado y dirigido por el Departamento de Estado norteamericano a través de su Embajada en Madrid.
  3. Como lo ha indicado su fundador y presidente, Javier Larrondo, la sección de Cuba de «Prisoners Defenders», denominada «Cuban Prisoners Defenders», fue la primera sección fundada de esta organización en 2018 «para sostener y apoyar el activismo de las organizaciones de derechos humanos en Cuba».
  4. Recordemos que, «Prisoners Defenders», particularmente su presidente Javier Larrondo, son los que iniciaron la causa penal contra el medio CubaInformacion y la asociación Euskadi-Cuba por injurias, calumnias y delitos de odio. No olvidemos que, estas organizaciones fueron absueltas, y la sentencia del Juzgado de lo Penal nº 31 de Madrid, ha absuelto al periodista José Manzaneda, coordinador de Cubainformación, y a la asociación Euskadi-Cuba, de los tres delitos de los que venían siendo acusados por el presidente de la asociación «anticastrista» «Prisioners Defenders», Javier Larrondo, y por los que pedía seis años de prisión para cada uno de los acusados, condenándola además al pago de una parte de las costas por su temeridad y mala fe, al mantener la acusación contra la citada asociación.
  5. Sobre «Prisoners Defenders», el propio José Manzaneda, fundador y director del proyecto Cubainformacion, explica: «está muy especializada en los temas jurídicos, en el sentido de que redacta informes sobre supuestas violaciones de derechos humanos, supuestos presos políticos en la isla e informes contra la cooperación médica cubana, informes que después utiliza el gobierno de Estados Unidos en su política de agresión, sanciones y bloqueo contra Cuba».
  6. A su vez, «Prisoners Defenders» forma parte del entramado de organizaciones, individuos, medios de comunicación “independientes”, y otros, con los cuales se intenta dar cumplimiento a una serie de objetivos de la política contra Cuba: 1) construcción de una narrativa ideológicamente determinada con el sustento de abundante material “probatorio” elaborado por este entramado para erosionar simbólicamente al proyecto cubano y legitimar las acciones hostiles del gobierno estadounidense, generoso financista de estas entelequias; 2) ahogar cualquier voz o narrativa que pretenda presentar la realidad cubana desde otro ángulo, así como desanimar cualquier empeño de solidaridad con la isla; 3) castigar y atemorizar mediante el linchamiento simbólico, jurídico o de cualquier otra naturaleza a quien se atreva a defender a la Revolución cubana; 4) ser amplificadores de una perspectiva neoliberal e imperialista, disfrazada de diversas maneras, en dependencia del público al cual pretenda venderse.

Reiteremos entonces que, «Cuban Prisioners Defenders», tiene la misión de difamar a la Revolución Cubana, mediante la aplicación de los guiones confeccionados en el Departamento de Estado, para llevar a cabo campañas mediáticas que pretenden confundir a la opinión pública europea, especialmente a los grupos de solidaridad con Cuba y crear matrices de opinión contra la Revolución cubana, añejo método empleado por el Departamento de Estado y la CIA desde 1959.

Los yanquis le asignaron la tarea de presentar informes falsos y difamatorios contra Cuba en el Parlamento Europeo; el Servicio de documentación de derechos humanos del Parlamento Europeo; la Comisión Inter-Americana de Derechos Humanos; las Naciones Unidas y también remiten sus informes a varios medios de prensa europeos como ABC, El Mundo, Le Monde, Le Point, Le Figaro, Telegraph, The Times, Euronews, Il Giornale y Die Welt, donde la CIA debe tener reclutados a varios periodistas y editores, como hacen desde hace muchos años, hecho conocido en la desclasificada Operación Mockingbird y por declaraciones del ex oficial CIA Philip Agee.

A su vez, «Cuban Prisioners Defenders», cuenta con el respaldo del agente CIA, Luis Almagro, Secretario General de la Organización de Estados Americanos OEA, y de la Fundación Nacional Cubano Americana FNCA.

Una de las más recientes campañas de mentiras de estas organizaciones, es la acusación de que Cuba tiene «1.066 presos políticos» y «todos sufren patologías médicas». Sin embargo, llama la atención su silencio por los presos estadounidenses, incluidos algunos menores de edad; los asesinatos ejecutados por Israel contra el pueblo palestino, y los miles de presos sin ser juzgados que soportan torturas en cárceles israelitas, entre ellos decenas de niños.

«Prisoners Defenders» infla cifras y acuña como «presos políticos» a quienes, pagados y cumpliendo órdenes de Estados Unidos, cometen actos delictivos violentos e incluso acciones terroristas probadas.

Estados Unidos no soporta que, a pesar del empleo de millones de dólares, ninguna de esas campañas daña la imagen de la Revolución y Cuba sea electa por una amplia mayoría para integrar la Comisión de Derechos Humanos de la ONU.

Por otro lado, el Departamento de Estado Norteamericano, en agosto de 2022, ordenó a la ONG «Prisoners Defenders», financiada con fondos de la USAID, (CIA), elaborar un informe donde inventan las “violaciones” a la libertad religiosa en Cuba.

Para tener una idea real de esta ONG, basta decir que entre sus miembros se encuentran elementos del efímero grupúsculo Archipiélago, creado por Yúnior García, aquel que convocó a protestas callejeras después del 11 de julio 2021, y paralelamente recogía su pasaporte visado en el consulado español de La Habana, para abandonar sigilosamente el país.

Informaciones publicadas en la prensa, aseguran que el informe que enviaron al Departamento de Estado, se basó en solo 56 entrevistas, de las cuales 21 personas declararon haber sufrido algún acto de persecución por parte del gobierno.

Recordemos, además, aquella vieja acusación sobre el acoso desatado ante la contratación del personal médico cubano, por parte de los gobiernos de Noruega y Luxemburgo, acusados por «Cuban Prisoners Defenders», de colaborar con el esquema de «esclavitud», que suponen las brigadas médicas cubanas en Haití y Cabo Verde.

 

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