Seminario otoño 2024. Sesión 1
EL arriesgado viaje del centro del mundo al multilateralismo»
Sesión: 1, 13 de octubre de 2024
Tema: Presentación. Imperios occidentales
(Ponencia de Eduardo Hernández)
1.- Expansión territorial europea
La expansión europea podemos achacarla a cuatro fenómenos preexistentes, pero que se cruzaron entre ellos para potenciarse entre si:
- La reforma de la iglesia católica, que liberó unas energías morales que propició la aparición del segundo fenómeno
- La consolidación del capitalismo
- Surge la ciencia moderna, a partir de Galileo, con el paradigma del método científico para la comprensión de la naturaleza
- La navegación oceánica, la base material que permitió la expansión de la cultura europea por el mundo
El imperialismo de occidente hunde sus raíces en el final del siglo XV, cuando se abre el dominio de los océanos. La expansión marítima europea es la respuesta a la caída de Constantinopla por los turcos, por lo que se vieron forzados a buscar rutas alternativas al comercio con oriente.
Por entonces, los barcos europeos eran pequeños y frágiles, mientras que los juncos chinos alcanzaban los 120 metros de eslora y disponían de compartimentos estancos. Pero no mostraban intención de extenderse por el mundo
En China, habría que valorar en qué medida los planteamientos éticos derivados del taoísmo, el confucionismo y el budismo influyen en su práctica política a través de los siglos y en su expansionismo continental, diferente al expansionismo de los imperios europeos occidentales.
2. Colonización (apropiación del territorio, ampliación de EEUU, colonialismo…)
Tal vez las constantes guerras en el medioevo español forjaron un espíritu belicista y agresivo, muy útil para la conquista y colonización americanas. Las guerras en la Europa medieval no fueron menos agresivas: las Cruzadas son un ejemplo de expansión y conquista Europea en respuesta a la musulmana. También el espíritu del emigrante a EEUU, enfrentado a todos como enemigos, capaz de exterminar a los pueblos originarios, explicaría en parte el desarrollo del imperialismo
No había inicialmente intencionalidad o planificación por parte de los estados europeos para la expansión colonial; simplemente, responde a la necesidad de las élites de mantener la acumulación económica, de relaciones y de poder. Pero sí que hay voluntad en las acciones concretas. En la conquista de América o en la de África había una intencionalidad no solo económica, sino también la de imponer el cristianismo en el orbe.
La colonización se hace por la fuerza, con ánimo extractivista, de comercio y de explotación de la mano de obra. Continúa una trayectoria de siglos, pero la inmensa acumulación que genera sienta las bases del capitalismo.
Las primeras compañías coloniales (Holanda e Inglaterra, a principios del XVII) llegan a constituirse como pseudo-estados, con sus flotas, sus ejércitos y sus redes financieras sin ningún vínculo político-legal o ideológico-religioso. Emitían bonos que producían beneficios para una amplia red de inversores en la metrópolis.
3. Capitalismo
El capitalismo no se inicia solo con la navegación oceánica; ya entre los siglos XII y XIV aparecieron organizaciones para el comercio: la Liga Hanseática en el norte y en Venecia y Milán en el Mediterráneo, que dieron lugar a las lonjas, las bolsas de valores, etc, instrumentos para el desarrollo de la burguesía.
Por más de mil años, el canon religioso cristiano lo marcaba el poder político; hay una correlación muy estrecha entre lo religioso y lo político. Con la aparición del protestantismo se da prevalencia a los intereses políticos y comerciales que afloran en el capitalismo sobre las cuestiones religiosas.
La modernidad hay que asociarla con el desarrollo del capitalismo en Europa. Junto a transformaciones económicas y políticas (privatización de la tierra, revuelta anti feudal, etc.), se producen transformaciones ideológicas: racionalización y desacralización, una revolución secular que inaugura el liberalismo. La ciencia se aplica a la producción y a la guerra desde sus orígenes, tanto en China como en el mundo clásico europeo o en el Islam, pero su inmenso desarrollo en los siglos XVII , XVIII y XIX impulsa el modo de producción capitalista, que a su vez favorece el desarrollo de la ciencia.
También la modernidad induce cambios en la forma de concebir el mundo; ahora se plantea la dualidad del hombre, escindido entre razón y biología y psicología, el hombre como algo separado de la naturaleza. Cambia el concepto del hombre: ya no es un vasallo o siervo, sino un individuo, un átomo asocial para el que los demás son enemigos.
Se va desarrollando así la filosofía del liberalismo, que va a legitimar los procesos económicos y políticos que se están produciendo, la explotación del hombre y de la naturaleza; y así, surge el concepto de “civilización”.
El capitalismo supone un punto de inflexión en la historia, aunque este sea gradual y muy dilatado, con muchas rupturas y transformaciones con respecto al medioevo en los niveles ideológico, político y económico, que evolucionan a ritmos distintos en lugares diferentes.
Pero no son solo las finanzas, la obtención de bienes y el comercio lo que va a impulsar el desarrollo del capitalismo a finales del siglo XVII, sino que también va a generar una mentalidad y estructura militar y económica que marcará la trayectoria del belicismo de Europa y de sus estados herederos.
No hay que mitificar el pasado. Siempre se ha ejercido violencia contra las comunidades ajenas, fundamentalmente por el acceso a los recursos. La brutalidad no la inventó el capitalismo. Sin embargo, el elemento distintivo con el pasado es la lógica que mueve la expansión, la explotación y el dominio, que es la acumulación de capital.
Hoy hay un gran desarrollo tecnológico; pero la técnica no es neutra. Su desarrollo no está orientado a satisfacer las necesidades humanas, sino que persigue intereses, por lo que muchos avances e investigaciones se abandonan porque no son funcionales a la acumulación.
Es preciso trasladar a la gente que hay un elemento perverso, el capitalismo rampante y agresivo que arrasa con todo, bajo la máscara del modelo democrático, con grandes cómplices en las instituciones y un cinismo desbordado
4. Imperialismo
La historia es cíclica: a lo largo de ella se repiten la explotación, la dominación, el imperialismo, el colonialismo y el expolio. Han existido siempre; lo que han variado son sus formas: carroñeo, esclavitud, servidumbre, trabajo asalariado. Mientras las relaciones de producción se construyan sobre la base de la explotación del hombre por el hombre, existirán clases dominantes y dominadas.
Sin embargo, no hay maldad intrínseca en el hombre. El gran salto de la especie es cuando empieza a cuidar de los que se encuentran mal o tienen necesidades. Pero persiste un carácter dual en la especie, a veces generosa y otras extremadamente cruel. Contemplamos hasta donde llega el sadismo sionsita en Oriente Próximo; pero también, cómo surgen sentimientos de colaboración y solidaridad en todas partes.
Tampoco el imperialismo moderno es uniforme. Hay que diferenciar entre el imperialismo español, que conquista territorios y somete a los pueblos que los ocupan con gran crueldad, si, pero los incorpora a la organización política y al estado; y aquél otro que surge cuando el capitalismo se convierte en el motor de la expansión, estableciendo colonias, enclaves, desde el que se domina y explota el territorio conquistado y se desarrollan rutas comerciales, extendiendo la dominación y el exterminio de los pueblos que se resisten.
El desarrollo técnico aplicado a la guerra en una lógica capitalista permite hoy el exterminio completo y la aniquilación masiva, como vemos que sucede en Palestina y Asía Occidental. Nos ha llevado al extremo de un riesgo real de que se desencadene una guerra nuclear total por accidente o error, no necesariamente por la voluntad humana.
El mundo asiático se va a desarrollar en una lógica en parte capitalista y en parte no, en especial, tras la revolución socialista. Esto marca la diferencia entre la forma en que intervienen hoy en día los países del área atlántica y la manera en que lo hace el nuevo mundo en construcción.
Hay que analizar cómo se lleva a cabo la apropiación de los recursos. Hay una gran diferencia entre la política comercial de China, en la que las dos partes se benefician, y las estrategias occidentales de los tratados de “libre comercio”, en los que el fuerte se impone al débil. Hoy, China penetra en África a través de su artefacto comercial de la ruta de la seda y acuerdos en los que ganan las dos partes.
No debemos idealizar la historia, pero es una propuesta diferente de relacionarse las sociedades. Las relaciones comerciales podrían ser un medio que sustituya a las relaciones basadas en la fuerza y el despojo
El factor espiritual y religioso es fundamental para legitimar la destrucción y el exterminio, pero también para articular las resistencias. Incluso en el islam hay muchas corrientes que guardan un potencial de resistencia como lo fuera la teología de la liberación para el cristianismo, vías de salida a la destrucción absoluta.
Hay que apoyar el desarrollo de los BRICS, una fuerza emergente con otro carácter, no necesariamente depredador, aunque tampoco revolucionario y que aglutina a los débiles para hacerlos más fuertes
En este camino, lo que buscamos es preservar la vida: no solo contra la amenaza nuclear, sino en todos los sentidos: cultural, espiritual, anímicamente; y no solo de la especie, sino de la naturaleza toda. Porque lo que hoy está vigente es la muerte y la destrucción, lo que caracteriza al fascismo
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