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Trump vendedor.

“Nunca me he permitido avalar el colchón Blank y, en cierta ocasión, decliné una oferta de siete dólares y medio por dormir en el escaparate de unos almacenes, para hacer publicidad de un colchón de muelles inoxidables. Fue el año en que padecí insomio, o padecí mi cama, no estoy seguro.”  Del libro “Camas”. Autor, Groucho Marx.

 

La fuerza del absurdo como fórmula de vida de Groucho Marx, hace pensar si no será la fórmula más absurda la presencia Trump en medio de las dificultades mundiales. Trump suena a ruido, un ruido en el vacío, una máquina estropeada, un objeto que se cae y se hace añicos contra el suelo. Pero, ¿sale? Trump es una “fake news”, es la mentira del idiota, algo sin valor, lo trágico es que la clase dirigente estadounidense vende trumps porque quiere recuperar el terreno perdido de un tiempo a esta parte. Su dinero, su dólar, cada día vale menos, ya hay potencias que lo rechazan, y esa pérdida es un agujero en su barco, por ahí le come su imperio, y necesita un golpe, un ruido que asuste, un trump. Le esta llegando de vuelta su dinero sin valor. Usted puede contar dinero durante días y días, y no por eso va a tener más. Y puede contar para atrás y pensar que por descontar dinero ficticio va a perder su hegemonía. El resultado, la pérdida de hegemonía, es la emisión de dinero falso más las devoluciones. Ahí entra Trump, el del ruido, el mafioso, su experiencia lo dice:  Trump se alquila y por esa simple tarea recibe dinero, y es así como ha llenado varias veces sus arcas. Se ha dedicado principalmente a alquilar su nombre por eso figura en torres, en clubs, en programas y concursos, es lo que se llama un comercial, lo que ocurre es que su actividad comercial la dirige como un cártel. ¿Saben ya de sus efectos? Pero ¿qué hace Trump por los terrícolas? ¿Qué ha aportado para la mejora del mundo?

Groucho menciona a Pope con la frase de éste: “Dialéctica, el más rico banquete de la mente”.  ¿Podría decir alguna vez algo semejante Trump? Lo que conocemos de él hasta ahora son los insultos a otras razas, las vejaciones a las mujeres, las amenazas a personas y países enteros, … no es él, precisamente, un individuo que haya manifestado ninguna capacidad que haga más fuerte la ética, la igualdad, las buenas relaciones. No, la dialéctica para él y sus mandadores no es el más rico banquete de la mente, todas las posibilidades que ha puesto sobre la mesa van contra el entendimiento, el respeto y la igualdad. Como ya hay muchos ejemplos diarios de su quehacer no me voy a referir a ninguno, sólo voy a dejar aquí algunas declaraciones de artistas estadounidenses sobre la actividad política que desarrolla el individuo referido: Adia Victoria ha declarado: “Tal vez la mayor ironía es cómo una campaña impulsada por las mentiras absolutas revela un núcleo profundo de la verdad de lo que demasiados estadounidenses tienen como sagrada: la riqueza económica, la influencia de celebridades, la marca, el poder y la codicia”.

Andrew St. James ha dejado la joya siguiente: “Donald Trump es una de las mayores vergüenzas de la historia americana. El aumento de Trump ha dado a conocer nuestra intolerancia sistemática y cultural, una fuerza que por décadas ha escondido detrás la falsa cortesía y la retórica política”.

Otro artista estadounidense, creador de Mobi and the Homeland Choir, también expone de forma sencilla una reflexión que atañe a las causas del ascenso de quien representa al imperio global: “Ninguna persona sana contrata a un payaso enojado, sin experiencia para hacer la fontanería de su casa, así que ¿por qué cualquier persona en su sano juicio contrata a un payaso enojado, sin experiencia, para dirigir el país”.

Trump es el vivo ejemplo de la alta burguesía, arrogante, lleno de sobérbia y vanidad, hasta que se encuentra con alguien capaz de darle el primer, el segundo y el tercer golpe, entonces pasa del insulto a hablar de los otros o del otro como un amigo de siempre. Como es conocido por sus falsedades su actitud deja una huella más profunda. En su vida personal encontramos el mismo ejemplo: se ha enriquecido destruyendo y sólo ve el mundo destruido para luego meter las máquinas a levantar torres para caerse. Lo que no se dice, además, es que hace una y otra cosa con el dinero de otros. En medio de sus diversas bancarrotas (6 entre 1991 y 2009) continuó operando mientras negociaba con los bancos y los accionistas, sacándoles la anulación de deudas, arrancó deducciones fiscales, se llevó una gran rebaja en los impuestos impagados y las tasas de interés, a base de brabatas alargó plazos, entregó ruinas en pago, y ya en 2011 declaró sobre sus actividades en medio de las estafas: “Juego con las leyes de la bancarrota, son muy buenas para mi”. En el Washington Post se escribió entonces: “Trump es una mezcla de fanfarronería, fracasos comerciales y verdadero éxito”.

¿Le parece poco lo que dicen sobre él? Tiene usted razón. Trump es el ejemplo de lo que no debería repetirse en el mundo. Trump es tan falso como sus documentos para no ir al ejército, su trabajo de constructor cuando lo que ha hecho fundamentalmente es vender su nombre a las empresas hoteleras. Otro gran mentiroso, Obama, dijo en un arrebato de sinceridad del apellido ruidoso: “Es un gran publicista”, siempre ha desarrollado su plan de “préstamos y exenciones fiscales”. Por no ser verdad ni siquiera su apellido es el original. Su apellido verdadero de origen alemán, parece que fue cambiado por sus padres para entrar mejor en el terreno, el apellido Trump parece un ruido para llamar la atención, es un personaje agresivo por vacío, de su firma se ha dicho que manifiesta a un individuo frustrado, histérico, egoísta, inmaduro, capaz de tomar decisiones peligrosas, que sufre trastornos mentales. Veamos un detalle de su profesionalidad: el personaje hizo una presentación de productos que llevan el nombre de Trump, agua embotellada, vino, carne envasada, … y ninguno de ellos le pertenecían, o era la coincidencia de la marca o les había alquilado el Trump, y ocurre lo mismo con los hoteles que se hacen llamar Trump, los clubs, los casinos, el concurso de miss mundo, el de miss EEUU, … Trump es el vacío, igual que el dólar, se ha quedado en el escaparate en el que Groucho no quiso quedarse porque no avalaba un colchón.

Lo que lleva su nombre resulta que no es suyo, es sólo una marca alquilada, como la de EEUU, les ha vendido la marca, vende el oropel, vende el sello para sacar dinero a los demás, es puro chantaje, es el ejemplo del capitalismo revolcándose sobre las espaldas de unos y otros, se propagandean con su “destino manifiesto”, su derecho divino, como todos los dictadores, y echan contra el mundo sanciones, injerencias, amenazas, fomento del odio, …

Un cómico de por aquí dice de semejante personaje y sus congéneres: “Primero te llaman ¡ EE ! Y luego te asustan ¡ UU ! Si sólo fuese eso, porque no hablamos de las guerras que mantiene, por medio de Trump, Wall Street, el complejo industrial-militar, ese fortín subterráneo en el que se esconden los mayores jugadores con un dinero sin respaldo, un valor sin valor, … y han creado un instrumento a partir de un jugador descerebrado llamado Trump, para que, ese que juega con las leyes de la bancarrota, meta miedo al mundo con su opción política, la desigualdad más profunda, el imperio.

Un ejemplo de propósito tan canallesco: la ley Helms-Burton, firmada por Clinton, impuesta contra todo el Derecho Internacional, la ley Helms-Burton es ilegal. Pero, si venían jugando con la vida del pueblo de Cuba, sumando bloqueos ya impuestos, ahora el gran mentiroso del que los artistas mencionados más arriba nos han hecho varias descripciones, ese gran estafador ha abierto la puerta al Título III de semejante esperpento de ley para exigir que los cubanos les entreguen, a la mafia estadounidense, las propiedades que tenían antes de la independencia de Cuba: quiere decirse, exige, como bocazas de sus amos, que Cuba vuelva a la colonia. Pero además hay un segundo objetivo, internacionalizar el bloqueo, la acción de guerra, forzar a los demás gobiernos a comprarle su ley ilegal, su nombre vacío de dignidad, esa marca que como negocio alquila como una base militar, como un ejército de mercenarios, como una colonia en los Altos del Golán. Trump es un vacío por el que puede caer todo un país, como el dólar vacío, y así, con tal prepotencia quiere  someter a Cuba y al mundo a la voluntad de su imperial clase.

Tramposo Trump, y los suyos, con las leyes de la bancarrota. En política internacional las estafas están al día, aunque ahora no las venden, no les funcionan. Trump el vendedor se aísla. Un bloqueo a sus productos fracasados le pondría a renegociar sus trampas, pero el mundo aprende la relación entre vacío-ruido, y dólar, aprende muy deprisa que la ley Helms-Burton le afecta, y que la justicia internacional empieza por defender sus derechos, que son los mismos derechos de Cuba.

1 Comment

  1. Esta clase de arcticulos cuplen el objetivo de meter en la mente de mucha gente que el imperialismo no es malo el que es malo es Trump. Obama con sus buenas maneras y toda su educacion formal, firmo el decreto que declara a Venezuela como una amenaza inusual y extraordinaria, llevo guerras injustas y genocidas a Libia y a Siria y se gano su premio nobel de la paz.

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