Venezuela Bolivariana y la decadencia imperial
Si me dieran a elegir, yo elegiría / esta salud de saber que estamos muy enfermos, / esta dicha de andar tan infelices. / Si me dieran a elegir, yo elegiría / esta inocencia de no ser un inocente, / esta pureza en que ando por impuro. / Si me dieran a elegir, yo elegiría / este amor con que odio, / esta esperanza que come panes desesperados. / Aquí pasa, señores, / que me juego la muerte.
Poema titulado El juego en que andamos. Autor, el gran poeta argentino, Juan Gelman.
La geoestrategia es destino, declara un analista, y es que la geoestrategia trata de conectar los principios en que se apoya la política exterior de un Estado, geopolítica, con el mundo real, al que analiza y da respuesta. Observando su trayectoria histórica se determina su tendencia. ¿Quién ha pensado que la situación de Venezuela requiere la invención de una realidad paralela como Guaidog? ¿a qué análisis responde Guaidog? ¿a qué realidad contesta? El canciller de Venezuela Jorge Arreaza contaba en una ocasión que cuando se reunieron la delegación de EEUU y la de Venezuela para discutir, el representante del imperio, Abrams, o quizás Pompeo, falla mi memoria con los nombres, cuando él comenzó a explicar el punto de vista del gobierno venezolano, el gringo le interrumpió diciéndole: aquí no hemos venido a que nos cuenten, solo hemos venido a tratar su rendición y las condiciones en que lo van a hacer. El Canciller Arreaza respondió que eso no cabía en la realidad de Venezuela, y Pompeo, o Abrams, le dijo con desprecio: la realidad la hacemos nosotros.
El principio de que Venezuela, como toda la región Sur Americana, Centro Americana y el Caribe, pertenece a la élite estadounidense, no se apoya en la realidad, la dictadura imperial ha sido cuestionada. Cuando la realidad no se corresponde con los principios, el fracaso aparece en el horizonte del Estado pues su análisis falla. ¿En esos casos que hace el imperio?: retuerce el brazo, confesó Obama, o va más allá y crea una falsa realidad, a su medida, saca un presidente ficticio, y lo alimenta con los robos que va haciendo. El presidente ficticio es conocido hoy como Guaidog, y le sirve para buscar la manera de saltar por encima de la realidad geográfica y política.
La geopolítica guía a la geoestrategia para que se apliquen medidas estratégicas militares que produzcan el efecto deseado.
Si el desacierto viene a mostrar la decadencia de ese Estado, podríamos creer que EEUU se encuentra en la cuesta de bajada, pero la percepción estratégica debe contar que la su fuerza imperial es inmensa, y que su agresividad también puede hacer que remonte. El dato es que hay numerosos pueblos y gobiernos que le hacen frente, sobre el terreno y en los organismos internacionales, en todos los lugares en los que se presenta la batalla, y más aún, quienes no le obedecen, además, presentan uniones ideológicas, políticas, militares, económicas, … Uno de los pueblos en pie es el de Venezuela, su resistencia depende de numerosos factores internos y externos, basta con recordar que Obama declaró a Venezuela amenaza para la seguridad de EEUU, es el miedo a que se enganchen otros. El futuro dependerá de cómo Venezuela Bolivariana trabaje con su resistencia popular al poder imperial, si lo frena, o lo derrota en el terreno político y social del interior, y en el marco político y militar exterior, En ese punto encontramos declaraciones de reconocimiento al sabueso, a Guaidog, ahora bien, quienes se alinean ahí son súbditos imperiales tan desprestigiados que cargan con el rechazo de los pueblos: los golpistas de Bolivia, encabezados por Áñez; Almagro, de la OEA; Duque, de Colombia; … todos los denunciados por asesinos y genocidas, a éstos se les suman personajes mediocres como aquél que, ahora hace un año, decía que daba ocho días a Maduro para que renunciase a su mandato y se pusiese en la presidencia el perro de EEUU. Hoy ese mismo personaje, tan arrogante él, no lo recibe, pero su ministro de exteriores declara que Guaidog es a la vez presidente y dirigente de la oposición. Absolutamente ridículo.
En medio de su fracaso político y social, el imperio arremete con el bloqueo y persigue a las compañías y gobiernos que no se dejan amedrentar; el último atentado lo ha dirigido contra la petrolera rusa, y parece que no va a conseguir doblegar a Rusia, pero tampoco a China, y detrás de los dos grandes van otros tantos más. Lo que sí ha hecho el imperio ha sido tergiversar el valor de la moneda al cambio, robar el dinero y el oro venezolanos en bancos de EEUU, Inglaterra, Portugal, … robar es uno de sus principios geopolíticos que su geoestrategia pone en práctica con éxito.
Y, lo que si ha hecho Venezuela Bolivariana ha sido fortalecer el principio de la conciencia política en la población trabajadora, que es la realidad venezolana, además de mostrar al mundo cómo el régimen estadounidense es contrario a los pueblos, al respeto en igualdad, a la democracia y al Derecho de todas las naciones. El principio imperial todo es mio no engancha con la realidad.
Las bajuras en que se encuentra la imagen pública de Guaidog deja ver el drama del imperio. ¿Cómo hacer que la realidad se vuelva del revés?
Guaidog no es el Caballo de Troya, la estrategia de meterlo en la vida de Venezuela no engancha. El engaño de Odiseo surtió efecto porque hizo creer a los troyanos que el caballo de madera era un regalo de los griegos para decirles que abandonaban el bloqueo a la ciudad inexpugnable.¿Recuerdan aquel festival de música en la frontera y los camiones a los que los gringos llamaban ayuda humanitaria? Los griegos, una vez que metieron el caballo en la ciudad, cuando los troyanos dormían, salieron del vientre del caballo gigante y asesinaron a la población. En nuestros días, el virus conocido como troyano se introduce en el ordenador bajo cualquier tipo de mensaje, y una vez en el interior lo destruye. Como vemos la mentira así dispuesta funciona como arma de guerra. Hay otra forma de destrucción, lenta y que solo se la advierte cuando se ha causado incapacidad en quien la debía haber frenado, por ejemplo: en el relato que Camus tituló La peste, ni las autoridades de la ciudad, ni la población tomaba decisión alguna ante la pandemia, y sin que nadie pusiese remedio se van contando las muertes que causa conforme se extiende. La conciencia social se desmembra y la ciudadanía se encierra en si misma atemorizada y preguntándose qué pasará. No es el caso de la Revolución Bolivariana.
La mentira es un una bomba muy poderosa. En la medida en que la mentira impacta, la agresión militar se aproxima, y la bomba aplasta más y deshace más. Por eso insiste tanto el imperio en la mentira. La mentira es una cortina que cuando permanece le facilita la destrucción del mensaje que ha puesto Venezuela ante los ojos de los pueblos, ante los gobiernos del mundo. Chávez, Maduro, Arreaza, Cabello, … el pueblo de Venezuela han cambiado su situación de sometimiento por la de la victoria social sobre el neoliberalismo, muestra un paisaje transformador pero Trump y los capitalistas a los que representa le hacen sufrir para que caiga bajo su dictadura global.
La mentira al descubierto ha deshecho la imagen de Trump hasta el punto de hacerle aparecer ridículo, sus fieles no pueden ocultar que es racista, misógino, ladrón y cruel… y, como corresponde a su clase, un gran cínico. A Trump se le atribuyen hasta el 20 de Enero de 2020 nada más y nada menos que 16.000 mentiras, no sabemos el número de muertos que ha causado en todas las guerras que tiene abiertas, no se lleva la cuenta. Como empresario se ha sabido que es un estafador, es un empresario de la construcción que mintiendo ha conseguido quebrar y engañar al fisco una vez tras otra, él mismo ha declarado que se le daba bien, y en el plano político el medio de investigación política Plit Fract le ha declarado por tercer año consecutivo el mentiroso más grande del año. Es tan cínico que sus rivales multimillonarios han aprovechado sus mentiras para llevarle a juicio ante el Congreso de EEUU. Ese personaje es el que declara que Guaidog es presidente de Venezuela. ¿Trump quiere que ese perro le guarde la viña venezolana? ¿quién más protege a Guaidog? Tras su gira fracasada por Europa llevando los encargos de Trump y anunciando más sanciones, bloqueo y nuevos robos, cuando ha vuelto a Venezuela la gente en la calle ha salido a gritarle que es un asesino. Esa realidad tan distante de la geopolítica yanqui hace fracasar su geoestrategia.
Un último ejemplo, la pretensión del dog de que la gente acepte que la decisión de Trump de nombrarle presidente, acompañada del vocerío de sus medios diciendo que la mayoría de los países del mundo lo reconocían, se queda en el barro con la declaración del Secretario General de las Naciones Unidas y del Consejo de Seguridad, que recogiendo la posición política de la inmensa mayoría de los gobiernos del mundo ha declarado: Maduro es el único Presidente legal de Venezuela.
La mentira del imperio manifiesta que lo dirige el espíritu de Goebbels, por eso busca meternos el Caballo de Troya, o el troyano del fascismo, o la peste mediante el dog. Su trayectoria enseña el principio alejado de la realidad, por lo que si puede la revertirá, la hará como quiere, como decía Pompeo o Abrams al Canciller Arreaza. No se olvide, mientras Venezuela avanza en la transformación social, se evidencia más la decadencia del imperio.
Ya el diario francés Le Monde – uno
del ‘juste milieu’ – reveló las con-
xiones de Guaidó con los Bolsona-
ro. El cierre de filas con Trump es
sólo un detalle menor a añadir.
Mucho más deplorable es el cie-
rre de filas de la Unión Europea
con el verdadero usurpador vene-
zolano – que culminó en la farsa
penosa acontecida en el aero-
puerto de Barajas.
Los únicos países verdadera-
mente soberanos son los no
alineados(menos la India fas-
cista) – y éstos constituyen el
auténtico mundo libre.