América LatinaArtículosDestacados

Venezuela. Los nuevos lentes de la historia insurgente. Entrevista con el profesor Pedro Calzadilla

El profesor Pedro Calzadilla ha ocupado numerosos cargos políticos importantes en la Revolución Bolivariana, y ahora es el coordinador de la Red de intelectuales, artistas y movimientos sociales en defensa de la humanidad. Nos recibe en Caracas en el jardín de la Casa de la Historia Insurgente para esta entrevista realizada en la primera quincena de agosto. El jardín, abandonado durante años, es ahora un lugar de encuentro abierto al público, un espacio bien cuidado con un quiosco. «Hace unas décadas, explica Calzadilla, en esta casa había una bóveda que guardaba importantes documentos del Libertador Simón Bolívar, ahora transferidos al archivo estatal. Estamos a pocos metros de la casa donde nuestro Padre de la Patria pasó sus primeros años y del Museo Bolivariano donde hay testimonio de otros héroes de la Independencia, a principios del siglo XIX”.

¿Por qué se llama Casa de la Historia Insurgente? ¿Cuál es la historia que surgió?

Este edificio depende del Centro Nacional de Historia, una Fundación creada por Hugo Chávez hace 11 años, cuya misión es llevar la batalla de ideas al campo de la memoria y la historia. La Revolución Bolivariana ha producido una profunda refundación de la conciencia histórica de nuestro pueblo. El Comandante Chávez lo impulsó a liberarse políticamente, pero también culturalmente, proporcionando así una base sólida para el proceso de liberación. En este enfoque revolucionario que ha puesto la refundación de nuestra historia en el centro, ha surgido una nueva sensibilidad que nos ha permitido redefinirnos y situarnos como pueblo consciente y rediseñar el proyecto futuro. La batalla por la memoria y la historia se ha convertido en un duro enfrentamiento con quienes se oponen al proceso bolivariano. En estos veinte años, la derecha ha tomado conciencia de la profundidad de nuestras raíces revisadas y ancladas al presente y se ha dedicado a dañarlas, apropiarse de ellas o desviar su significado, resemantizandolo. No es de extrañar, la batalla de ideas es parte del choque entre aquellos que consideran el pasado como una herramienta de libertad en el presente y aquellos que lo consideran un instrumento de dominación. Por esta razón, el nombre completo de este edificio es Casa de la Historia Insurgente Bolívar-Chávez. Con el término historia insurgente indicamos el conjunto de ideas, conceptos, principios, interpretaciones que acompañan a la Revolución Bolivariana, y que Chávez ha puesto en forma al recuperar el camino histórico del pueblo venezolano. La historia que surgió no es solo una propuesta académica, sino también política y concreta: dice que el presente no puede liberarse si no se construye un nuevo sistema de ideas y valores que actúe en el proceso de liberación a partir de la historia rebelde y de independencia.

¿Qué espacio ocupan los estudios de género en la historia insurgente y rebelde de una revolución que se llama a sí misma socialista y feminista? ¿Por qué no está el nombre de Manuelita Sáenz?

Conservamos dos referencias masculinas porque este fue históricamente el caso. Sin embargo, la visión de la historia insurgente rechaza y reemplaza al machismo, entendido como un ejercicio de poder en la construcción de un sistema de ideas y valores culturales que justifica y estimula la dominación y explotación del hombre sobre la mujer. Decimos que la historia insurgente es feminista, como afirma la Revolución Bolivariana en su postulado central y en su concreción política. Por esta razón, uno de los ejes de nuestra investigación refuta el amplio dispositivo ideológico y cultural machista que opera en el presente pero también en la interpretación del pasado. Los estudios de género, vinculados al proyecto político libertario de la Revolución Bolivariana, tienen aquí un amplio espacio para el debate y la publicación, como lo indica un seminario que acaba de terminar sobre el tema.

¿Qué significa para ti ser intelectual en la Revolución Bolivariana y cuál es la tarea de la Red hoy?

Inmediatamente entendí que la Revolución Bolivariana, un proyecto de liberación auténtica y profunda de la sociedad venezolana, era también un proyecto intelectual. Ha obligado a mi generación y a las posteriores de los profesores de ciencias sociales a preguntarse a sí mismas, a revisar todo, absolutamente todo, la gama de ideas, principios, valores, conceptos que enseñamos en las universidades y que fueron inducidos desde el exterior incluso cuando aparecian come revolucionarios. Fui profesor de historia en la Universidad Central de Venezuela, y solo por el cuestionamiento de los paradigmas interpretativos que utilizamos, nos dimos cuenta de que Chávez nos estaba enseñando a ponernos nuestros propios lentes para decifrar realmente la realidad, y a dejar de lado a los lentes prestados del exterior. No nos estaba invitando a tomar posiciones chauvinistas, sino a asumir los desafíos generales de toda la humanidad. La red de intelectuales, artistas y movimientos sociales en defensa de la humanidad es un espacio extraordinario lanzado por Fidel y Chávez en 2004, construido en reuniones en México, La Habana y luego en Caracas, con la presencia de alrededor de 500 intelectuales internacionales y dirigido en Venezuela por la profesora Carmen Bohorquez, a quien la Red rindió homenaje en estos días. También tuvo su momento inicial en Italia. Esta no es una organización rígida, sino un lugar de confrontación, incluso polémico, sobre los grandes temas y desafíos que conciernen a la humanidad. Ahora nos preguntamos cómo proceder, tanto en términos generales como organizativos, cómo aprovechar al máximo este gran potencial, compuesto por encuentros, pero también por tensiones y desencuentros, en los diferentes países y contextos en los que actua.

¿Cómo se explica el ataque a la Revolución Bolivariana por parte de esos intelectuales, especialmente europeos, que se hacen llamar izquierdistas?

La Revolución Bolivariana ha desenmascarado las rentas de posición y los intereses de cierto pensamiento de centroizquierda que es muy complaciente, acomodado y funcional para el sistema capitalista. La Revolución Bolivariana demostró que el proceso necesario de transformación estructural del capitalismo es una opción real, incluso sin sacrificar las garantías y las libertades democráticas. No hay más excusas, pero precisamente por esta razón, la revolución se convierte en un ejemplo “peligroso”, porque le muestra al mundo la posibilidad de un futuro diferente del impuesto por el orden injusto del capitalismo. Por esta razón, pedimos a los intelectuales europeos, aquellos que tienen la responsabilidad de pensar y orientar, que presten atención a las señales que provienen de las profundidades de la realidad venezolana. Les pedimos que miren más allá del conformismo, el chantaje y las ideas dominantes que a veces incluso se enmascaran como contracultura.

Comments are closed.