29 de noviembre de 1947, la ONU entrega la mayor parte de Palestina al askenazi. Palestina y solo Palestina. Ramón Pedregal Casanova
La recién creada ONU, el 24 de octubre de 1945, que se prometía equilibradora y organismo mediador para mantener la paz, aprobó el 29 de noviembre de 1947 la entrega de la mayor parte de Palestina, y la más rica, a una entidad con la que el régimen inglés había acordado hacerlo bajo el título Declaración Balfour, el 2 de noviembre de 1917.
Meses antes del día de la partición, EEUU, Inglaterra y sus regímenes sometidos forzaron la creación del Comité Especial para Palestina, que advirtió la inclusión de las “reivindicaciones” de los judíos que querían salir de Europa, ante lo cual el Alto Comisionado Árabe lo denunció y declaró no estar implicado en esa solución a su costa, tras lo cual optó por salirse del Comité. El Comité Especial para Palestina se presentó en el país y fue recibido unicamente por los sionistas, que presentaron su programa de partición, que era el programa de intereses imperialistas de EEUU e Inglaterra. Para forzar al Comité los sionistas dispusieron sus bandas terroristas y si la violencia sembrada y la provocación continua había sido una parte más de los últimos años en la vida de Palestina, entonces la concretaron en dos militares ingleses a los que ahorcaron para que se apresurase a dar la solución que ya esperaban, realizaron otros actos con ese fin y llevaron un barco al que los sionistas llamaron Exodus, aludiendo a la persecución nazi, el barco iba lleno de inmigrantes europeos para desembarcarlos en Palestina, pero fue detenido en Egipto, y entonces desataron una campaña empleándose en el “efecto espejo” del nazi Goebbels, por el que su acción contraria a derecho la presentaron publicitariamente bajo una pantalla que hablaba de una persecución que retrotraía al pasado de los campos del nazismo, para así conseguir la solidaridad mundial, culpar a la víctima, miente un millón de veces hasta conseguir que la gente te crea, todo un chantaje que les sirvió para poner más elementos contra los Palestinos que tan solo habían empleado palabras del Derecho en defensa de su país.
El Comité Especial para Palestina se dividió; tres de sus miembros, India, Irán y Yugoeslavia, no estaban de acuerdo con el territorio que se asignaba a los sionistas, pero al final se aprobó el plan según los planes de EEUU e Inglaterra. La Resolución en la ONU fue aprobada por 33 miembros, y en contra votaron 13 países.
Resolución 181.
El principio que rige toda exposición sobre la situación del Pueblo de Palestina es el principio sionazi de “transferencia”, aplicado a los habitantes de Palestina, quiere decirse su expulsión.
Veamos cómo suena en el mundo capitalista, lo que hoy conocemos como neoliberal, sistema del que el sionismo bebe: “Vamos a hacer una transferencia de gente de un país a más allá de sus fronteras” ¿Eso qué es? La Ley Internacional tiene el término “Limpieza Étnica”, expulsión de un pueblo autóctono de su territorio.
En los documentos sionistas se marcan dos puntos estratégicos: el primero es conseguir la tierra sin que queden en ella habitantes, para instalar a sus colonos; y, el segundo punto estratégico: crear un aparato administrativo al que titular Estado, pero además ese al que llaman Estado debe ser de una única raza y una única religión, racista y teocrático.
En 1948 los colonos suponían una tercera parte de los habitantes de Palestina y eran dueños del 6% de la tierra. Hoy solo el 8% se encuentra bajo el gobierno de la ANP, al que el sionismo le otorga la autonomía, le cobra impuestos y le administra el dinero.
Justificando su crimen, los sionistas han expuesto que disponen de un derecho otorgado por su dios para expulsar al Pueblo Palestino. Y es que el centro del ideario sionista se constituye por un proyecto neocolonial que se opone al proyecto de independencia emprendido en Medio Oriente y que triunfó en diversos países, justo los que hoy se ven atacados por el brazo de EEUU en la región.
La independencia del establecimiento sionista impulsado por su mundo financiero, fue el 14 de mayo de 1948, fecha en que empezaron una guerra abierta contra el Pueblo Palestino, y en los primeros días desataron su Limpieza étnica, destruyendo ciudades y pueblos, apropiándose de las riquezas, fábricas, casas, dinero, campos, llegaron a expulsar hasta al 90% de la población del territorio que ocuparon. A ese acontecimiento trágico se le llamó Al Nakba (El Desastre).
¿Puede olvidarse algún o alguna Palestina de la traición de quienes prometían el derecho de autodeterminación y negociaron su país con un cartel de grandes millonarios para reconquistar Palestina y desestabilizar la región?
Que los regímenes inglés, europeos y estadounidense oculten la injusticia significa que no han cambiado nada, ni política ni ideológicamente, su empeño está en dominar Medio Oriente con los mismos objetivos del pasado. Por eso se condena a la Resistencia Palestina como terrorista, no solo a Hamas, sino a toda la Resistencia; no es más que el seguimiento de la política sionista para que el crimen de Balfour, la venta de Palestina tratada entre el reino británico y los comerciantes askenazis de Palestina y el genocidio que realizaron quede oculto. Otra vez el “efecto espejo” de Goebbels.
Un dato más que confirma el empeño de los enemigos del Pueblo de Palestina: En el ente sionista israelí, la documentación relativa a la Limpieza étnica que llevó a cabo en 1948, la Al Nakba, es secreta, no se puede consultar.
El Presidente Chávez declaró en cierta ocasión que Israel se convirtió en la mano asesina de EEUU, y no le faltaba razón.
En una fecha como la del 29 de noviembre Palestina alza su voz para que se defienda el Derecho a existir, su Resistencia llama a la Solidaridad Internacional a reivindicar con ella el retorno de los 5 millones de refugiados, la libertad de los 5.000 prisioneros, el derecho del Pueblo a su tierra, a su Soberanía y su Independencia. Palestina y solo Palestina.