De la “Política de puertas abiertas” de Biden a la «Asociación estratégica enfocada en el futuro» de Putin y Xi Jinping (II). Antonio Maira
(Este artículo es el segundo de una serie abierta (con la primera entrega del pasado 11 de febrero), ya que la realidad lo es también. Creo que es importante que los lectores recuerden el contexto que condujo al comienzo de la guerra en el día de hoy, 24 de febrero)
La escalada hacia la guerra
14 enero
Serguei Lavrov
El día 14 de enero de 2022 el canciller ruso Serguéi Lavrov le dio otra severa lección a Occidente (sea lo que sea eso de Occidente), y de paso a la OTAN, sus miembros y sus amigos ocasionales, y por supuesto a la UE (la que no pinta nada y pierde mucho en estas peleas iniciadas por un presidente encartonado, tradicional y viejo como Biden, y por un país en bancarrota económica, moral y política como los Estados Unidos). De repente, con una seriedad envidiable y como recitando una lección que deberían saber todos, el canciller hizo hincapié en el «asombro con el que Occidente observó la rapidez del despliegue de las fuerzas de paz de la OTSC en Kazajistán». Pudo haber dicho Bielorrusia, pero dijo Kazajistán como quién está desvariando. Y dijo también fuerzas de la paz como quien afirma una evidencia. Por si fuera poco, la afirmación fue hecha en una rueda de prensa en Moscú, a las que va mucha gente de los que están allí para darle una vuelta a la manivela de la guerra y otros muchos de los que trabajan por la paz. Respondía con concreción a una periodista kazaja y a una audiencia universal. Rusia, es evidente, ha roto el implacable aislamiento informativo. Todavía no lo hace en igualdad de condiciones, pero ya compite. Crea contradicciones y maneja bien los resultados. Sabe lo que se juega y lo que se juegan los demás, y conoce a sus aliados objetivos que entrarán en la lucha porque los obligarán a ellos los propios EEUU. Washington ha entrado en una de las últimas etapas de lo que cree va a ser el aislamiento y la sumisión de Rusia, pero se equivoca. Arrastrado por las leyes capitalistas e imperialistas trata de humillar a Rusia y de derrotarla y convertirla en otro país satelizado e integrado en su mercado económico y militar. Hacia el Este, las posibilidades son infinitas pero los riesgos mayúsculos. Se equivoca de medio a medio porque Rusia podría ser aniquilada en algunos frentes, pero tiene una enorme profundidad de batalla y un aparato militar considerable. Europa sabe que podría ser en buena parte aniquilada y sus burguesías dominantes no pueden aceptarlo. La propia Ucrania, a ambos lados de las porosas líneas de alto el fuego, no desea una guerra en la que será el primer cementerio masivo y el primer país en escombros.
Mantener la pólvora seca
“Espero que no tengamos que volver a utilizar esta experiencia, pero tenemos que mantener la pólvora seca”, continuó diciendo. El ministro de Asuntos exteriores de Rusia resaltó no solo la importancia que le da Occidente (término casi global que le dan los Estados Unidos a sus amigos, a los que comparten sus ideas sobre la Libertad, la democracia, los derechos de los sobrehumanos y los métodos de la disciplina mundial y el aniquilamiento de estados soberanos) a la velocidad de despliegue de las fuerzas de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva. También recalcó la importancia que realmente tiene la OTSC para frenar en seco los devaneos militaristas, guerreristas e imperialistas de la tropa de la OTAN comandada por los Estados Unidos.
Los acontecimientos que han tenido lugar en Kazajistán «han demostrado que los esfuerzos para crear capacidades de mantenimiento de la paz que se han hecho en la OTSC en los últimos años han sido muy eficaces y muy demandados». «El asombro con el que Occidente observó la rapidez con la que se desplegaron las unidades de todos los países de la OTSC en Kazajistán a petición de su presidente fue apreciado por todos, no me cabe duda». Con ironía, como para que supiesen los países que preparaban la fiesta de la derrota de Rusia: los EEUU, sus satélites y quisling de la OTAN y los fascistas del gobierno títere de Ucrania, tenían mucho “chicle que mascar” antes de romper la frontera rusa y llegar a Moscú.
Pero no se quedó aquí Lavrov, sino que insistió: «Por supuesto, debemos estar preparados si pasa algo. Hay suficientes intenciones desde el exterior para socavar la situación en Asia Central y otros países de la OTSC. Y estas intenciones, por cierto, se han vuelto más insistentes y arriesgadas y peligrosas, después de que los estadounidenses huyeran de Afganistán junto con el resto de los miembros de la OTAN«. “Huyeran, dijo el político ruso” y añadió. “Tendrán como efecto que los servicios especiales de los miembros de la OTSC: Rusia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán y Armenia se tomarán muy en serio las “células durmientes” y las operaciones de desestabilización”. Estas operaciones que están teniendo lugar en la zona son estimuladas u operadas por EEUU de la mano de reclamaciones sobre los derechos humanos que predican los EEUU en los países codiciados. Lavrov insistió en que deben tomarse medidas contra los corruptos y mejorar el nivel de vida de la población.
Ampliar el escenario de la guerra
Con un mismo golpe de voz, este político avezado y solemne, que es Lavrov, había ampliado el escenario de la batalla. De Ucrania a Rusia, que pelearía la guerra con un fondo territorial gigantesco. De Rusia a la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva, lo que llevaría el conflicto al Gran Oriente Medio y con ello a las puertas de China. Algo que EEUU y su corre, ve, dile y golpea, la OTAN (en franco, aunque disimulado resquebrajamiento), no podrían batallar, sobre todo a las puertas de Afganistán, invitado a integrarse al OTSC y observador en las reuniones anuales de esta organización defensiva. Por cierto, Afganistán es otro país devastado por EEUU, su ocupante durante casi 20 años. Biden se despidió de su enemigo y de sus colaboradores en el país diciendo: «Ha comenzado un nuevo capítulo del compromiso de EEUU con Afganistán. Es uno en el que lideraremos con nuestra diplomacia. La misión militar ha terminado. Una nueva misión diplomática ha comenzado«. Por cierto: los colaboradores afganos de la ocupación estadounidense fueron abandonados, algunos “aventados” desde los gigantescos aviones de transporte, según han mostrado al mundo algunas imágenes que han aumentado los niveles de terror que habían causado otras similares durante el final de la guerra de Vietnam.
Si leemos con atención y hacemos un análisis imparcial nos encontraremos con que Lavrov, con muy pocas palabras, resumidas aquí, lo dijo casi todo sobre el fracaso de la operación desestabilizadora de Kazajistán. La cadena es la siguiente:
- El asombro de Occidente ante el fracaso de la operación planeada en un estado miembro de la OTSC.
- Rapidez de despliegue de las fuerzas de seguridad de todos los miembros de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva.
- El frente euroasiático ante una posible invasión de EEUU o de la OTAN es más amplio y profundo, la OTSC ha tenido eficacia para crear capacidades de mantenimiento de la paz.
- Interés exterior en socavar la situación de Asia central después de que los estadounidenses huyeran de Afganistán junto con el resto de los miembros de la OTAN«.
18-19 de enero
Teniendo en cuenta que el conflicto tiene otro frente de posible activación en la región de Donbass, los representantes de las dos repúblicas con mayoría de población rusa, Donetsk y Luhansk, han advertido del riesgo de provocaciones por parte del gobierno de Ucrania por orden de Washington, que podrían ser realizadas con armas químicas y atribuidas a los gobiernos autónomos o a Rusia. Las milicias populares acusan a Kief por la no aplicación sistemática de los acuerdos de Minsk -cuyo bloqueo es evidente- y por el abandono de la reforma constitucional que haría posible la reunificación de Ucrania.
Simultáneamente, el gobierno de EEUU está realizando una campaña intensa sobre la inminencia de un ataque ruso en Ucrania, fijando incluso días concretos. La “inminencia con fecha fija” es desplazada por los augures de la guerra en una cadena de falsas noticias que mantienen aterrorizada a la población, tanto de las repúblicas populares como del resto de Ucrania: la Ucrania rota por la “revolución naranja” y por el golpe militar del EuroMaidán.
La guerra psicológica
Una vez más el gobierno ruso demanda a los Estados Unidos que deje de hacer declaraciones, recogidas y divulgadas por sus medios y que están provocando una tensión psicológica que ya empieza a ser insoportable para los países fronterizos en Europa e incluso para la Ucrania separada por una frontera. Una forma de guerra híbrida que está muy de moda entre los políticos y militares de los EEUU. Todo parece indicar que este tipo de guerra ha sido elegida por Biden, en su presión mediática y militar sobre Rusia, con el pretexto de Ucrania. Biden pretende, además, no lo olvidemos, compensar al Pentágono y a la industria militar de la derrota y retirada de Afganistán.
El lunes 17 el New York Times publicó un artículo en el que afirmaba “según fuentes ucranianas” que la embajada de Rusia en Kief estaba siendo desalojada en previsión de un conflicto otra vez inminente. Rusia sigue negando -de todas las maneras posibles y en todos los escalones de su información oficial- las intenciones de atacar Ucrania, calificando tal acto como una imposibilidad o como una auténtica locura.
Washington, que maneja la diplomacia como un arte de la guerra -usado para vencer sin combatir- sigue gruñendo para hablar y sigue inventando palabras o frases adecuadas para sus intenciones. Entre las guerras de Yugoslavia, Afganistán, Irak, el Líbano, Libia y Siria, y otras -anteriores y posteriores-, el Pentágono codificó un verdadero diccionario de significantes y de ideas. Reproduciré algunas de ellas. Los lectores deberán hacer una lectura completa para apreciar el nivel de sumisión planetaria que exigen los Estados Unidos. El catecismo que reúne bajo los conceptos de libertad, democracia, libertad de comercio, libertad de mercado y derechos humanos basados en el derecho de propiedad, la definición de un instrumento de poder omnímodo basado en el poder armado y la imposición por la fuerza, la definición del enemigo según los intereses de Washington. El documento establece una relación de poder colectiva que rompe con el derecho internacional y con los principios de las Naciones Unidas.
“Las grandes confrontaciones del siglo XX entre libertad y totalitarismo finalizaron con una contundente victoria de las fuerzas de la libertad —y un único modelo sostenible para el éxito nacional: libertad, democracia y libre empresa.”
(…)
“La libertad es una exigencia no negociable de la dignidad humana; es el derecho que tiene toda persona al nacer —en todas las civilizaciones. A lo largo de la historia, la libertad ha sido amenazada por la guerra y el terror; el enfrentamiento entre Estados poderosos y los funestos planes de los tiranos la ha puesto en peligro; y ha sido puesta a prueba por la pobreza y la enfermedad ampliamente extendidas. Hoy, Ja humanidad tiene en sus manos la oportunidad de impulsar el triunfo de la libertad contra todos sus enemigos. Estados Unidos recibe con alegría la responsabilidad de liderar esta gran misión.
(…)
“El libre mercado y el libre comercio son prioridades esenciales de nuestra estrategia para la seguridad nacional”.
(…)
“Tomaremos las acciones necesarias para asegurar que nuestros esfuerzos por afrontar nuestras obligaciones con la seguridad global y la protección de los americanos no se vean afectados por las posibles investigaciones, indagaciones o persecuciones por el Tribunal Internacional de Justicia (TIJ), cuya jurisdicción no es extensiva a los americanos y no debemos aceptar. Trabajaremos junto con otras naciones para evitar problemas en asuntos de cooperación y operaciones militares, y lo haremos a través de mecanismos tales como acuerdos multilaterales y bilaterales que protejan a los ciudadanos americanos del TIJ. Pondremos totalmente en práctica el Acta de Protección a los Miembros del Servicio Americano, cuyas disposiciones están hechas para asegurar y aumentar la protección del personal y los oficiales americanos”.
(…)
“La estrategia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos de América”. Firma GEORGE W. BUSH
La Casa Blanca, 17 de septiembre de 2002
En el mismo documento, Bush proclama la intención de mantener la superioridad militar sobre cualquier país o grupo de países.
La política de puertas abiertas de la OTAN
La más constante de todas las justificaciones sobre la ampliación de la OTAN hacia el este, es que la OTAN sigue una política de “puertas abiertas” para ampliar las fronteras de la Organización Atlántica hacia ese lado de la frontera rusa. El concepto “puertas abiertas” está también recogido en los documentos estratégicos como el ya mencionado. Su sentido es evidente: EEUU impone su voluntad al mundo y obliga a todos los países a incorporarse a un proyecto mundial liderado por Washington.
Ahora bien, resulta que hacia ese lado de Europa y de los países de la OTAN, la Organización Atlántica ya se ha extendido hasta ocupar los países de la antigua URRSS. Solo queda Ucrania y este país, gobernado por los partidos fascistas que han llevado a cabo el golpe de estado del EuroMaidán había sido invitado y estaba decidido a entrar en la OTAN -la organización político-militar más agresiva del mundo- que ha violado sistemáticamente el derecho internacional y que está dispuesta a liderar el nuevo sistema global construido bajo su liderazgo.
Rusia dice no
Rusia se ha sobresaltado por la continua aproximación a las fronteras de su país y ha dicho ¡alto! ¡Ustedes están sobrepasando mis líneas rojas! Putin les ha recordado, a EEUU y a la OTAN, que tiene exigencias de seguridad, como todos los demás países, y que entre ellas figuran las siguientes: Ucrania no puede entrar en la OTAN, la seguridad debe ser indivisible. Nadie puede establecer alianzas militares que rompan ese principio de indivisibilidad. Es decir: ningún país puede establecer pactos militares que afecten a la seguridad de terceros. Es evidente que, según Putin, Ucrania no puede ingresar en la OTAN, ya que ese ingreso afectaría gravemente a la seguridad de Rusia.
EEUU dice que la OTAN predica con una política de paz, aunque lo haga aproximando tropas, instalaciones y países otánicos bajo su mando militar, a Rusia.
Moscú, apelando a ejemplos históricos próximos o más lejanos rehúsa aceptar que la Organización Atlántica sea un buscador ansioso de la paz y que ejerza con su enorme potencial militar creciente una política defensiva. EEUU es, evidentemente, una amenaza y ante esa amenaza que se desarrolla planificadamente, Rusia ha planteado la aceptación por Washington y la OTAN en su conjunto, de ciertas condiciones de seguridad.
Frente a ese principio de puertas abiertas Rusia plantea el principio de la indivisibilidad de la seguridad.
Moscú califica como “provocaciones” las declaraciones falsas sobre la evacuación de la embajada yanqui en Moscú, la inminencia de una invasión rusa de Ucrania, la utilización continua de fakes news o el silencio ante las exigencias de medidas de seguridad discutidas y pactadas. Washington juega con la técnica policial de siempre: Mantiene la apariencia de diálogo y lo rompe al mismo tiempo con amenazas de variable calibre. Aquí pretende hacer retroceder a Rusia con cara de perro y sonrisas insinuantes. El problema es que se ha topado con un gladiador avezado y le han salido más combatientes.
La información de EEUU es tan atropellada y tan osada que se producen escalonamientos imprevisibles en la información
El lunes 17 se precipitó la prensa. Ese día, The New York Times se refirió a fuentes ucranianas para afirmar el desalojo, se supone que precipitado (tanto como el que suele hacer el personal diplomático), de los funcionarios rusos en Kief. Tal vez el NYT conservaba en el recuerdo inmediato la fuga de la embajada de EEUU en Kabul. Inmediatamente después, la encargada de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, habló en rueda de prensa, afirmando que Washington tiene información sobre los planes del ministerio ruso de evacuar a sus diplomáticos y las familias de Kief. No tiene nada de extraño que la portavoz del Ministerio ruso de exteriores considerase como provocación una coincidencia de este tipo.
24 de febrero de 2022