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El aleteo de cinco mariposas. El lince

Volveré a estar fuera unos días y me voy a perder la crucial cumbre de los BRICS del 22-24 por muy poco, aunque la abordaré en extenso a la vuelta. Mientras tanto, lo prometido es deuda: el otro día, hablando del estercolero de los medios de propaganda occidentales y de la sostenida campaña contra los BRICS (útil solo para los descerebrados occidentales), hablaba de dos conceptos que se están manejando en los BRICS a la hora de abordar la ampliación: el tamaño y la representación.

Hasta ahora se tenían datos más o menos precisos de qué países tienen interés formal en sumarse a los BRICS, esa organización de «mercados emergentes» (como lo califica el fantasmagórico e irreal G-7) que forma su núcleo y que ya están muy por encima de los países del fantasmagórico G-7 según los dos pilares del capitalismo occidental como son el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Los dos han tenido que reconocerlo, a su pesar, en el informe semestral que tiene fecha de julio. Arriba el BM y abajo el FMI.

 

Como veis, solo hay una diferencia entre ellos: el lugar que ocupa Rusia. Para el BM está pisando los talones a Japón y por encima de Alemania. Para el FMI aún no ha superado a Alemania. Este es el jardín occidental, que decía Borrell, y esta es la selva. Dos preguntas tontas, de las mías: Rusia, el país mas sancionado del mundo, está por encima de casi todos los países occidentales ¿la insistencia en las famosas sanciones, ilegales, según el derecho internacional, es de cuerdos o de locos que todavía hablan del «orden basado en reglas»? ¿comprendéis cómo el G-7 no es más que una fantasía onanista de un cada vez más mermado Occidente? Y una tercera, porque no hay dos sin tres: ¿comprendéis lo que hay detrás de todo lo que está pasando, con la crisis del país 404, antes conocido como Ucrania, como catalizador y el por qué el Sur Global pasa de Occidente y sus neuras coloniales?

En esta tesitura en la que se celebrará la cumbre de los BRICS, que ahora sabemos con certeza que son 23 los países que han pedido formalmente su ingreso, según acaba de comunicar (7 de agosto) la Ministra de Relaciones Exteriores de Sudáfrica en el informe final antes de la cumbre que viene: Arabia Saudita, Argelia, Argentina, Bangladés, Baréin, Bielorrusia, Bolivia, Cuba, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía, Honduras, Indonesia, Irán, Kazajistán, Kuwait, Marruecos, Nigeria, Palestina, Senegal, Tailandia, Emiratos Árabes Unidos, Venezuela y Vietnam. No están, por lo tanto, ni México, ni Nicaragua o Siria, como se había especulado en un tiempo. La ministra sudafricana también dijo que otros tantos países, que no nombró, tienen interés en participar en el formato BRICS+, o sea, colaborar en casi todo pero sin estar dentro.

En la historia de los BRICS, que ya tienen 15 años, no ha habido tantas solicitudes en tan poco tiempo, por lo que no hay un protocolo establecido para su expansión. En eso es en lo que han estado los «sherpas», los técnicos en lenguaje diplomático, este último año, en elaborar unos criterios claros para la ampliación.

En el momento de la creación de los BRICS, el fantasmagórico e irreal G-7 lo menospreció, habló de «aleteo de una mariposa en el vacío» y lindezas similares. Ahora está que no le llega la camisa al cuerpo porque Occidente vive una crisis existencial y su hegemonía es casi inexistente. Se sabía que los BRICS han sobrepasado hace tiempo al G-7 en paridad del poder adquisitivo. Ya no son especulaciones. Los datos están ahí, y Occidente lo sabe porque el BM y el FMI son dos instituciones clave para él. También lo saben los BRICS y el resto de países que apuestan por participar en esta estructura iniciada por cinco mariposas.

En esta tesitura, el debate dentro de los BRICS sobre su ampliación está siendo en torno a dos criterios principales: tamaño y representación. Esto significa que se va a tener en cuenta no solo el tamaño político y económico de los países sino el ámbito geográfico, es decir, la representación planetaria. De alguna forma este es el criterio vigente hasta ahora de manera informal. Así Brasil cubre la cuota de América Latina, China la del norte de Asia, India la del sur de Asia, Sudáfrica la de África y Rusia la de Eurasia, entendido este concepto como una parte de Europa y el este de Asia. Los «sherpas» de los BRICS están abriendo el camino normativo para encontrar el acomodo de dos zonas que no están presentes: Oriente Próximo y Sudeste asiático.

Por lo tanto, y entrando en el terreno de las especulaciones, lo que se va abordar en primer lugar es cubrir estas zonas para que esté representado todo el Sur Global.

Pero aquí surge un problema: habría una sobrerrepresentación de Asia. Es lo que algunos ven como «desequilibrio» y que ha provocado más de un quebradero de cabeza a los «sherpas». Por lo tanto, y es lo que estoy viendo, se está apostando por tener en cuenta -sin perder de vista la cuestión geográfica- el tamaño de las economías en base al PIB en términos de paridad del poder adquisitivo. O sea, a las gráficas de más arriba. Si se aplica este baremo, los países con más probabilidades de ser admitidos serían Indonesia por Asia del Sur, Arabia Saudita por Oriente Próximo y Egipto por Oriente Próximo y África. Habría otros tres candidatos, de los que dos serían los elegidos: tal vez Irán y habría que discernir entre Pakistán y Tailandia.

Si se mantiene el criterio geográfico, Argentina tiene todas las de ganar.

No veo a Nigeria con probabilidades, después de su amenaza militar a Níger y su apuesta por el colonialismo europeo. En este contexto, y dado el papel relevante que está adquiriendo África en la geopolítica, Argelia tiene también muchas posibilidades de ser admitido porque junto a Egipto y Sudáfrica representarían el 40% del PIB del continente.

Esta es mi quiniela, dado que, como digo, esta crucial cumbre me va a pillar de viaje. Ya veremos a la vuelta si me he equivocado mucho o poco.

En cualquier caso, se opte por una modalidad u otra, o una mezcla de ambas, los BRICS no serían la representación de Sur Global, pero estarían muy cerca de ello. Aquí es donde entra el formato BRICS+, dando cabida a todos los países que quieran.

El aleteo de cinco mariposas ha puesto el mundo patas arriba. El proverbio chino ha vuelto a constatar su sabiduría: «El aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo». En eso estamos ahora.

Tamaño y representación, he ahí el quid de la cuestión para los BRICS. Equilibrar el tamaño/peso por un lado y la cobertura/representación de las principales zonas del Sur Global requerirá alguna combinación del formato regional BRICS+ (que reúne los acuerdos y organizaciones regionales de los países en desarrollo) y la adición de algunos de los pesos pesados ​​en el núcleo BRICS.

Es importante entender que no se trata solo de los 23 países que han pedido su ingreso formal, sino de los otros tantos que quieren trabajar junto con los BRICS: la mayoría de la comunidad del Sur Global tiene cada vez más esperanzas de que los BRICS se conviertan en una plataforma inclusiva que establecerá vínculos de cooperación en todo el mundo en desarrollo. Esto es lo que teme el Occidente neocolonial y contra lo que lucha con todos sus recursos.

Como esta psicópata, que ejerce de Enviada Especial de la UE para África y de la que ya os hablé hace exactamente un año. Molestaos en ver lo que decía entonces y lo que dice ahora. En Occidente lo que hay son psicópatas a todos los niveles, de los que esta tipa y Borrell son dos claros exponentes.

Por supuesto, no son los únicos. El maravilloso y democrático jardín europeo apoya «la intervención militar de la CEDEAO para restablecer el orden constitucional en Níger». Lo mismo acaba de decir el psicópata mayor, el Secretario de Estado de EEUU: «Como saben, la subsecretaria Nuland acaba de regresar de Níger. Tuvo la oportunidad de hablar directamente con los líderes militares que llevaron a cabo el golpe. Ahora, la CEDEAO ha declarado su apoyo a la operación de intervención militar en Níger con el objetivo de restaurar el orden constitucional por la fuerza. En este sentido, quiero informarles que Estados Unidos apoya esta decisión». O sea, Rusia es mala malísima por una «operación de intervención militar» en el país 404, antes conocido como Ucrania, Occidente es bueno buenísimo por lo mismo. ¿No fue el Maidán del país 404 en 2014 un golpe de Estado para derrocar el orden constitucional?

Echad a correr cada vez que oigáis el mantra de derechos humanos, valores democráticos y demás en boca de cualquier occidental (y sus lacayos). Otro ejemplo más del «orden basado en reglas» occidental. Su orden y sus reglas.

No se va a dar el caso de Níger porque hay mucho en juego, más con el apoyo que han dado a Níger los países anticolonialistas. Pero ahí queda el ejemplo de lo que es Occidente.

(Publicado en el blog del autor, el 11 de agosto de 2023)

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