Hay pasos y pasos. El lince
Que la cosa no va nada bien para el IV Reich sionista, antes conocido como Israel, es evidente. No va nada bien en Gaza, aunque los palestinos están (casi) solos, y no va bien en Líbano, donde el IVRS no ha sido capaz de avanzar ni un milímetro en su «invasión limitada».
Con todo el mundo entretenido en lo que hace o deja de hacer Trump con su nuevo gobierno, si es más sionista que el de Biden o no, y esas cosas, como al IVRS se le está dando para el pelo, los movimientos que se están dando comienzan a ser importantes porque rebelan mucho nerviosismo, tanto en el IVRS como en sus patrocinadores occidentales. Por cierto, este fin de semana podéis comparar lo que está haciendo Trump con sus nombramientos con una excelente película, «El bueno, el feo y el malo«, donde ya comenzaba a notarse el genio musical de Ennio Morricone, histórico militante del Partido Comunista Italiano, lo que le costó que no le dieran ningún Oscar hasta unos pocos años antes de morir a los 91. Así podéis entreteneros haciendo cábalas sobre quién, o quiénes, son el bueno, el feo, y el malo en la nueva administración Trump.
Esos movimientos se están circunscribiendo, por el momento, a Líbano y el estercolero mediático no está perdiendo el tiempo en anunciarlo como «un regalo de Netanyahu a Trump». En síntesis, lo que se está moviendo es un borrador «con participación de las potencias atlánticas», es decir, EEUU y la ex colonizadora Francia, que sirva de «acuerdo de alto el fuego» y en el que se exige la retirada de Hizbulá hasta el río Litani (30 km de la frontera sionista), un reforzamiento de las fuerzas de la ONU en la zona y un mayor control del ejército libanés. O sea, lo de siempre.
La diferencia con lo de siempre es que «las potencias atlánticas» serían las «garantes» del «desmantelamiento de todas las estructuras militares de Hizbulá sobre o bajo tierra». Y a esas «potencias atlánticas» se sumaría Gran Bretaña (otra potencia colonial de la zona) y Jordania (conocido colaboracionista). Por el momento el gobierno libanés se resiste, argumentando el problema interno que le supondría «la presencia de países extranjeros» y su papel en la supervisión de ese hipotético alto el fuego. Pero como siempre que está Occidente por medio, hay una amenaza latente: «o se acepta o se dará carta blanca [¿más aún?] a Israel para atacar en profundidad». Porque el gobierno libanés, por ahora, siempre por ahora, resiste haciendo una tenue mención a Gaza y a que todo empezó por ahí, por la agresión sionista a la Franja. Y, como es lógico, lo hace sabiendo que Hizbulá no se ha pronunciado al respecto.
Porque lo poco que se está diciendo en el IVRS indica que las bajas sionistas en Líbano no hacen más que crecer. De hecho, hay un relato muy curioso en uno de esos medios del estercolero sionista que define con claridad lo que está pasando. Ese medio se llama Canal 12 y habla de los «incidentes» que está sufriendo la Brigada Golani sionista en Líbano y termina diciendo que nunca ha tenido tantas bajas como ahora y que hay que remontarse a 1948 para hacer una comparativa semejante. Primero se cura en salud hablando de la «censura militar» que impide que se conozcan con exactitud esas bajas, pero sus cuentas hablan de 22 oficiales y 37 suboficiales muertos (no hay cifras de soldados rasos) en un mes y medio. Y relata el último «incidente», de ayer, en el que «tres terroristas de Hizbulá emboscaron a una unidad de la Brigada Golani saliendo de un túnel subterráneo y, a corta distancia, causaron la muerte a 6 combatientes, incluido un teniente».
No son frecuentes estos relatos y el solo hecho de que se publique algo así indica el nivel de lo que está pasando en el sur de Líbano y la constatación de que el IVRS es muy bueno bombardeando barrios y destruyendo mezquitas, pero muy malo en el cuerpo a cuerpo cuando se enfrenta a soldados y no a civiles.
Además, mis amigos en zapatillas, Ansarolá, también siguen a lo suyo y han derribado otro avioncito de EEUU en el Mar Rojo.
Con este son 12 los aviones MQ-9 Reaper (30 millones de dólares cada uno) derribados en los 13 meses de genocidio sionista en Gaza. Otra segadora que es segada. No está nada mal.
Como nota simpática y alentadora, aquí está lo que ha hecho un hotel italiano.
«Buenos días. Les informamos que los israelíes, como responsables del genocidio, no son bienvenidos en nuestro establecimiento. Por lo tanto, si desean cancelar su reserva, lo haremos con mucho gusto y les ofreceremos la cancelación gratuita».
Es un paso pequeño, muy pequeño, pero es hacia adelante mientras que el que se está intentando dar en Líbano por el IVRS y sus patrocinadores occidentales es hacia atrás.
Este fin de semana no, pero si para otro pensáis iros de vacaciones a Italia, al Véneto, a Selva di Cadore en concreto, pensad en este hotel. El sitio, además, es espectacular.
(Publicado en el blog del autor, el 15 de noviembre de 2024)
[…] Hay pasos y pasos. El lince […]