Invierno en las prisiones sionazis. Ramón Pedregal Casanova.
Uno de los últimos crímenes sionazis: https://www.instagram.com/p/ClqyhSnNEqC/?igshid=MDJmNzVkMjY=
Muhammad es un chico joven … / Su último sueño no era que una bala apagara la luz de sus ojos. / Su sueño era llegar a ser libre en un gran país. / Pero no pudieron protegerle sus sueños, / deformados por la sangre, rotos por las balas. / El sueño acabó en el momento en que un tirador le apuntó. / El niño ha muerto. / Su grito despierta nuestras conciencias.
Versos de la canción titulada El niño ha muerto, cuya autora y cantante fue Rim Banna, Palestina que luchó por la Patria hasta fallecer el 24 de marzo de 2018.
Las prisiones sionazis en Palestina son un lugar de muerte, allí practican las más horrendas torturas, desde las palizas, a dejar a los prisioneros atados pies y manos a una silla, a impedir que puedan dormir emitiendo ruidos que lo impidan, a encerrarlos en pozos y celdas oscuras sin ninguna visión y llenas de humedades y roedores, a cubrirles la cabeza con bolsas de plástico e impedir que vean y que respiren, a meterlos en jaulas y colgarlos al aire haga frío o haga calor, llueva o hiele, causando terror con destrozos de los objetos personales, exponiéndolos desnudos y atados, asaltándolos a golpes y echándolos a las fauces colmilludas de sus perros furiosos, … los sionazis buscan descargar su odio, emplear su mandato racista, aumentar su deshumanización como sionazis, y su cabeza dirigente, guía de los hábitos criminales, se infla en busca del resultado que les satisface, el sometimiento que jamás conseguirán, la sumisión que no van a obtener, por eso la repetición constante de sus crímenes.
Cuenta Tamur Sorek en su libro El optimista, sobre la vida del poeta Palestino Tawfiq Zayyad estando en prisión de Tiberiades: “Cuando se sentó en un banco, un guardia de la prisión le ordenó que se pusiera de pie, pero él se negó, y dos guardias lo obligaron a levantarse mientras lo insultaban. Luego lo enviaron directamente a un confinamiento solitario. Por la noche, a Zayyad le sirvieron una cena de pan y agua que no aceptó”. A consecuencia de eso lo torturaron y le descargaron tantos golpes que se desmalyó. Entonces lo despertaron tirándole cubos de agua. La tortura la repitieron una y otra vez. La tortura le marcó, y aquella experiencia la puso en su poesía de resistencia. ¿Hay algún órgano de justicia, algún juez honesto que se aplique contra la tortura? Que vea las heridas y las enfermedades entre los Prisioneros Palestinos, luchadores contra el colonialismo, por la libertad y la independencia, heridas tan profundas y enfermedades tan graves que cada imagen de ellas adquiere la representación de la mismísima histórica lucha de los pueblos, las prisiones sionazis son un lugar en el que los presidiarios tienen derecho a desatar la muerte. En las prisiones del ente se amontonan miles de combatientes capturados, y en ellas se cuentan 220 Prisioneros Palestinos muertos por torturas, heridas y enfermedades.
Solo en lo que va de año las organizaciones de Defensa de los Prisioneros declaran que los sionazis han secuestrado a 6.000 Palestinos, 650 Niños, y otros 1650 han sido sometidos a la “detención administrativa”, o capturado sin acusación ni cargos: buscan crear terror entre la población, su sometimiento como pueblo. Y si nos llega el invierno, en esos campos de exterminio y destrucción también, las condiciones son terribles, ¿vamos a recibir a más muertos? Las familias Palestinas, las organizaciones de Derechos Humanos de Palestina, las organizaciones defensoras de los Prisioneros, todas perseguidas y la mayoría prohibidas, están llamando al mundo para que la solidaridad internacional se sume a la denuncia contra el sionazismo por intentar matar de frío y desatención a cuantos retienen, el ejército de ocupación neocolonial impide que les lleguen mantas y ropas de abrigo.
La crueldad de los sionazis aumenta infinitamente, su inhumanidad es fruto del supremacismo, se alimentan de racismo y se lo sostiene el gobierno europeo, imperialista y alimentador de ejércitos invasores, por eso calla y lo integra en su comercio. Su criminalidad más oculta se ha expuesto en las múltiples denuncias de las familias Palestinas por los robos de órganos de los asesinados, para así emplear su no entrega como castigo terrorífico a la familia y al colectivo social. Se sabe que lo emplean como objetos de comercio de órganos, el corazón, los riñones, los pulmones,… Sobre el comercio de órganos en el mundo se sabe de las implicaciones sionazis.
El caso de los cuerpos robados de Palestinos es conocido en los organismos de Derechos Humanos, de la misma manera que es conocido el caso de Prisioneros que se los llevan a prisiones secretas, no declaradas, de las que informo en otros artículos, dejo aquí uno de ellos: https://cubainformacion.tv/la-columna/20200414/85592/85592-carceles-y-prisiones-para-falastin-palestina-moldean-el-cuerpo-de-lo-que-llaman-israel
Las fechas por las que pasamos no son mejores ni peores que cualquier otra época del año, pero la defensa del Pueblo Palestino y de sus hijos Prisioneros es la causa merecedora de toda la confianza: el Pueblo Palestino no decepciona, su resistencia al invasor es el ejemplo a apoyar y a seguir.