No se pueden buscar flores en el estercolero. El lince
Sabemos leer, pero no sabemos interpretar lo que leemos. Y más si nuestra principal, si no única, referencia es ese inmenso estercolero que son los medios de propaganda (antes llamados de comunicación) occidentales. Esto viene a cuento por la pregunta que hace pablog sobre la participación de los países africanos en la cumbre con Rusia de hace un par de semanas. Dice que no ha encontrado fuentes sobre el número de países que participaron (49, como dije al hablar de ello) y que la única referencia que ha encontrado es el número de 17. Aquí entra Marcuse.
Es un viejo muy viejo, tanto que los «progres» de hoy si siquiera conocen su existencia y mucho menos lo que dijo. Una de esas cosas fue que «no hay mensajes inocentes» porque «la prensa» está en manos de la burguesía, por lo que se publica, y la forma en que se publica, sirve a los interese de la burguesía. Es un lenguaje que rechazan los «progres», encerrados en eso de que las ideologías ya no sirven, que ya somos todos «transversales» y tonterías similares. Pero harían bien en leer a algunos de los clásicos, como Marcuse. Ahora, con el verano, tienen tiempo para ello. Aprenderán y dejarán de decir tonterías.
Marcuse escribió mucho sobre el control del conocimiento, del papel de los medios de propaganda y dijo cosas como estas: «el problema no es que los medios engañen descaradamente, sino que mezclan, más bien, verdades y medias verdades con omisiones, informaciones de hechos con comentarios y juicios de valor, informaciones con publicidad y propaganda y todo dirigido a crear una imagen prefabricada para el espectador que ya solo busca lo que quieren darle». Lo hizo en su libro de 1971 titulado «La agresividad en la sociedad industrial avanzada» y no se equivocó nada. No fue el primero, pero sí el más influyente en decirlo porque remató con una frase demoledora: «los medios de comunicación, con su mezcla de verdades, medias verdades y mentiras manifiestas conducen a la inercia, a la sumisión y a la renuncia a cambiar». Insuperable.
Cincuenta años después aquí seguimos estando: unos, a lo suyo; otros, haciendo en tonto y reproduciendo como loros lo que dicen los unos escudándose en eso de «falsimedia» (pocas tonterías como estas han hecho tanta fortuna entre los «progres»).
¿Qué es lo suyo? Pues las campañas contra Rusia, contra China, contra los BRICS, contra Níger… contra todo lo que se menea en contra de sus intereses. Así, el buen pablog se queda con lo que dicen los medios de propaganda sobre los 17 países africanos en la cumbre Rusia-África y que es una «media verdad con omisiones» porque estos eran los jefes de Estado que acudieron, pero el resto de participantes lo fueron a nivel de primer ministro y de ministros de Economía y Asuntos Exteriores. Eso es lo que se ocultó, aunque hubo quien sí lo recogió sin tanto detalle. Lo pongo usando un traductor para que se vea bien.
No es la primera vez ni será la última. En junio hicieron algo similar con el Foro de San Petersburgo, diciendo que había menos participantes que nunca cuando fue al revés. Y la fórmula fue la misma: como hubo menos jefes de estado (y ninguno occidental excepto Hungría), hubo menos participación.
Tres días después, otra andanada intoxicadora.
Los BRICS celebrarán su cumbre anual dentro de dos semanas y todas las expectativas están ahí. Pero los habitantes del estercolero lo vuelven a hacer: «Los BRICS están mejor disolviéndose que expandiéndose». No solo son una sarta de tonterías, sino de datos falsos e incompletos. Se argumenta que los BRICS han visto una desaceleración de su crecimiento en los últimos 10 años, bajando del 86’8% al 42’4% mientras que el G-7 ha crecido en este lapso de tiempo.
De nuevo hay que ir a Marcuse porque este fantasmagórico grupo occidental se ha quedado en estos diez años estancado: del 12% al 13’5%. Sí, ha crecido, como veis, ese raquítico punto en diez años pero está aún a años luz de los BRICS, que han crecido en este tiempo cuatro veces más. Pero a este habitante del estercolero ni se le ocurre poner un titular que diga «El G-7 debe disolverse».
Negar la realidad es la seña de identidad de esta basura, personal y conceptual.
Los más timoratos de los BRICS están siendo acuciados, amenazados por Occidente (el caso sudafricano es el más evidente) y habrá que ver cuáles son los resultados de la cumbre. A día de hoy los países que han pedido formalmente el ingreso son Arabia Saudita, Argelia, Argentina, Bangladés, Baréin, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía, Indonesia, Irán, México, Nigeria y Venezuela. Otra tanda está dispuesta a colaborar en el formato BRICS+.
El procedimiento de ingreso no es de hoy para mañana, hay un período de transición y, sobre todo, un concepto poco definido aún y que intentaré aclarar más tarde: tamaño y representación. Es decir, que será más fácil el ingreso de México que el de Venezuela, por poner un ejemplo, el de Arabia Saudita que el de Baréin, y así. Al mismo tiempo, están los aliados de los miembros titulares. El debate es grande, por lo que estoy viendo.
No creo que en esta reunión salgan muchas sorpresas en este sentido, si siquiera la moneda tan deseada. Esto tendrá que esperar aún un tiempo, sobre todo por la resistencia de India.
Y más si hay o no guerra por Níger. Dos países pretendientes están en bandos opuestos: Nigeria se decanta por la guerra, aceptando las premisas occidentales, mientras que Argelia se posiciona con los militares que han tomado el poder.
Aquí todo el mundo está a la espera del domingo, cuando expira el ultimátum dado por los siervos pro-occidentales del CEDEAO. Nigeria, Benin, Costa de Marfil y Senegal ya han dicho que enviarán tropas contra Níger mientras que Burkina Faso, Malí y Guinea han dicho lo mismo en apoyo de Níger.
Aparentemente, la junta militar de Níger está afianzando su control con el apoyo de la gran mayoría de la población (se ha levantado el toque de queda) y ha suspendido las transmisiones de los medios de propaganda franceses («atentado a la libertad de expresión, violación de los principios democráticos», se ha dicho en Occidente olvidando que Occidente hizo lo propio con los medios rusos) al mismo tiempo que ha relevado a los embajadores que se han opuesto al movimiento, como los que están en Francia y EEUU, y nombrado nuevas autoridades centrales y regionales. No solo eso, sino que han anunciado la ruptura de los acuerdos de cooperación militar con Francia.
(Publicado en el blog del autor, el 4 de agosto de 2023)