«Si vis bellum para bellum». Floren Dimas
Posiblemente sea el lema romano contrario: «Si vis pacem para bellum», (es decir «Si quieres la paz toma la espada»), el más utilizado por quienes a lo largo de la historia han justificado el rearme y las políticas belicistas en nombre de la paz, o como ahora se dice, en nombre de las políticas de seguridad colectiva.
Esa ha sido la coartada histórica que ha servido de base para las «guerras preventivas», causantes de las mayores catástrofes humanitarias.
El título con el que se inicia esta reflexión denuncia todo lo contrario: el propósito deliberado del estamento político-militar-financiero-industrial, para «militarizar» mediáticamente no solo a las instituciones democráticas y a los gobiernos occidentales, si no al conjunto de la sociedad globalizada, creando el necesario ambiente de inseguridad, miedos, recelos y prejuicios, convirtiendo en testaferros de sus intereses, incluso a gobiernos formalmente democráticos, que son los que terminan promoviendo el entramado político, normalizando una política exterior e interior belicista y beligerante, similar al representado por los pirómanos cuando se visten de bomberos. Tal como está sucediendo en España.
Este es el marco que permite poner en marcha alianzas militares y despliegues amenazantes, -disfrazados de disuasorios-, con un solo objetivo: el inicio de una guerra de carácter convencional, que al propio tiempo que asegure la hegemonía del bloque político-militar EEUU & OTAN, aporte inmensos recursos económicos a la factoría industrial-armamentística y a la logística bélica, al precio de inmensas destrucciones materiales y de masivas pérdidas humanas, con el horizonte de que ganando (o no) oficialmente la guerra, montar el inmenso y lucrativo negocio de la reconstrucción de todo lo destruido, tal como ha sucedido en países como Irak, Palestina, Siria, Líbano, etc.
Destruir y reconstruir, esta es la clave del negocio de la guerra que el actual «gobierno progresista» de España está apoyando con su política exterior, subordinando los intereses generales de los españoles a los de los EEUU de la OTAN.
Miles de militares españoles equipados con vehículos acorazados, buques de guerra, cazabombarderos, y sistemas de artillería terrestre y antiaérea, apoyados por un imponente contingente logístico al mando de la OTAN, se encuentran desplegados actualmente en la frontera con Rusia, según fuentes del Ministerio de Defensa.
El menos avispado de los lectores podrá decidir si esto sirve para conservar la paz o para preparar la guerra.
Cuando los ciudadanos españoles adviertan la gravedad de la situación, lamentablemente puede ser ya demasiado tarde.