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Una marcha constante. El lince

Termina el año y aparecen los datos económicos de cómo se marchita el jardín occidental, especialmente Europa. En octubre os contaba que en dos años, 2021-23 (contados de julio a junio) es decir, con la crisis del país 404, antes conocido como Ucrania, el euro había perdido la friolera de 14 puntos porcentuales en el comercio internacional, pasando del 38’43% al 24’42%, y que eso supone que, en términos técnicos eso significa que el euro estaba comenzando a ser excluido de los pagos internacionales.

Pues bien, ese declive sigue y se acentúa ya sin remisión. En los meses transcurridos desde junio hasta noviembre, el euro ha perdido el 1’47% más, colocándose en estos momentos en el 22’95% en lo que supone de uso, cada vez menor, en el comercio internacional. El zombi europeo es cada vez más zombi, un muerto andante.

Con ser interesante, lo supera el papel de la moneda china, el renminbi o yuan, que está en una marcha constante hacia la cima. Dicho así, y viendo las cifras de arriba, os puede provocar una sonrisa. Os aseguro que en Occidente nadie está sonriendo por ello. Todo lo contrario. Porque, por primera vez en la historia del SWIFT (la sociedad de transacciones financieras internacionales controlada por Occidente) el yuan ha superado al yen japonés. En julio la proporción era esta:

 

O sea, el yuan ha subido en medio año el 1’55%, superando a la moneda japonesa. Esto supone que Japón está comenzando a convertirse en otro zombi, con su economía absorbida por EEUU desde la crisis del país 404, antes conocido como Ucrania.

No obstante, como también os dije en octubre, estos datos son engañosos porque China mantiene un comercio importante con 28 países en su propia moneda, o sea, sin pasar por el SWIFT. Estos porcentajes son solo relativos al comercio que pasa a través del SWIFT, por lo que la cifra del uso del yuan en el comercio mundial es mucho mayor. Pero dejémoslo así.

Las razones de todo ello son evidentes, más cuando el Occidente colectivo, encabezado por EEUU, ha dicho que «está discutiendo» dar los activos rusos congelados desde antes de febrero de 2022 al país 404. Los movimientos de los ladrones occidentales, esos que antes robaron los activos de Irán, y luego el oro de Venezuela, están siendo seguidos con mucha atención por el resto del mundo, que está actuando en consecuencia. Porque es evidente que lo que han hecho con estos países,  especialmente con Rusia, que es más fuerte que los otros dos, lo pueden hacer con cualquiera.

Desesperados como están por cómo van las cosas de mal, para ellos, en el país 404, ahora hablan de «dar un paso radical en la guerra financiera contra Moscú». De nuevo la arrogancia clásica occidental, sabiendo que eso va a seguir destruyendo las monedas occidentales, especialmente las de los vasallos estadounidenses. El declive del euro y del yen son buenos indicadores de ello.

Tal vez por esto, en EEUU hay un desasosiego importante porque no saben cómo hacer frente a China. Por no tener, no tienen ni espías. Como China ha detenido a un par de ellos en los últimos meses, ahora se quejan de que la red de espionaje de la CIA en China, que fue «detenida sistemáticamente» por la contrainteligencia china hace una década, no es posible rehacerla a corto y medio plazo. Es verdad, desde luego, como el Ministerio de Seguridad del Estado chino dijo en agosto con la captura de dos de ellos, que tal vez sean los últimos que les quedaban. Aunque también puede ser el canto del cisne para conseguir más dinero, como pasa siempre.

Mientras en Occidente se anuncia el fin económico chino, la realidad es muy otra. Por mucho que el estercolero intente revolver la mierda, esta se queda donde está, en Occidente.

(Publicado en el blog del autor el 27 de diciembre de 2023)

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