Ya está aquí. El lince
Tres semanas, este es el tiempo que lleva ya el «conflicto» (definición de la ONU) en Ucrania desde que se desató el «ataque» (definición de la ONU) ruso. Algún balance se puede hacer ya.
El primero, que el empujón ruso nos ha metido a todos en un nuevo mundo en el que la hegemonía occidental desaparece. Porque lo que se temía todo el mundo, y estaba más que anunciado, ya está aquí: hoy el Ministerio de Finanzas de Rusia ha anunciado el pago de la deuda en yuanes. Aunque ha dicho que esta medida es temporal y que la pretensión rusa es pagar su deuda en rublos (con lo que los occidentales salen perdiendo por la depreciación de la moneda rusa) el salto que va a dar el yuan en las transacciones finacieras es espectacular y hay quien ya anuncia que va a llegar al 10% antes del 2030. Ahora está en el 3’20%. Os recuerdo que el dólar es utilizado en el 39’92% de las transacciones internacionales y que el euro lo es en el 36’56% según el SWIFT. El revuelo que ha provocado la noticia es de los que hacen época.
El anuncio ruso se produce en un momento clave: hoy están reunidos EEUU y China porque EEUU pide a China que medie en la crisis aunque, como siempre, dice que amenaza con represalias si China ayuda a Rusia a evadir las sanciones. Las típicas tonterías neocoloniales del que era, pasado, el gran señor y que sabe que se va a reproducir por todos los loros ignorantes a lo largo del mundo.
Pero la realidad es otra muy diferente. El encuentro de hoy EEUU-China da la medida exacta de cuánto ha cambiado el mundo en estas tres semanas, y os hago un recuento cronológico.
1.- La aceleración de las conversaciones en Viena para revivir el acuerdo nuclear con Irán, muerto después de que en 2018 lo abandonase unilateralmente. Desde entonces se impuso a Irán «sanciones del infierno» y «de máxima presión» que fuera de lo bien que quedan en los titulares, no ha sido así porque Irán ha sabido sortearlas (donde el apoyo ruso y chino ha sido importante). Pero ahora a EEUU y vasallos es corre prisa desatascar el tema porque necesitan petróleo, dado que ellos mismos se han metido en un pantano al sancionar al petróleo y gas rusos. Y no he podido contener una sonrisa con el bombardeo iraní contra lo que ha definido como un centro del Mossad en el Kurdistán iraquí. Como es conocido el amiguismo israelí con los kurdos, lo creo.
2.- El intento de EEUU de presionar a Venezuela en el mismo sentido. Durante años se ha bloqueado a este país, se ha mantenido la ficción del Juanito Calamidad como «presidente interino» y ahora EEUU va corriendo en sentido contrario porque necesita el petróleo.
3.- China se convierte el el último recurso para evitar la hecatombe económica a que se va a enfrentar el mundo, pero principalmente Occidente. Otro país sancionado al que ahora se le viene a decir eso de «pelillos a la mar» aunque se le sigue amenazando.
EEUU está actuando a la desesperada y muestra la produndidad del dilema a que se enfrenta pese a sus bravatas de matón de barrio. Frenado en seco por Rusia (y su instrumento otánico) -y ahí está el tema de los aviones polacos-, China se convierte en su último recurso.
Pero siempre hay peros. Uno de los más importantes es la congelación de más de un tercio de las reservas de divisas rusas por las sanciones, algo sin precedentes y que ha puesto en la picota no solo al dólar sino al euro. Muchos son los países que ya han visto lo que supone el militarizar la economía ante la debilidad en otras esferas, sobre todo militares. Por eso es importante, mucho, el anuncio ruso de hoy.
Uno de los gurús capitalistas, analista del Credit Suisse, habla abiertamente de que se está destruyendo el marco monetario existente. «Estamos presenciando el nacimiento de Bretton Woods III, un nuevo orden mundial monetario centrado en monedas basadas en productos básicos en el Este que probablemente debilitará el sistema del eurodólar y también contribuirá a las fuerzas inflacionarias en el Oeste». Está hablando de que tanto Rusia como China están proponiendo que sus monedas estén respaldadas por el petróleo, en el primer caso, y en el oro, en el segundo.
La rusofobia occidental se paga, y eso explica las decisiones que está tomando EEUU con Irán, Venezuela y China. Sobre todo, con China. Que se produzca esta reunión, a petición de EEUU, indica que estamos en el punto más alto de la crisis hegemónica de EEUU, y por supuesto, de sus vasallos.
Me atrevo a adelantar que China no va a ceder, y menos después de la declaración conjunta ruso-china del 4 de febrero. Hay quien dice que China tiene grandes intereses en Ucrania, pero es una verdad a medias, como siempre en el caso de lo que vemos, oímos y leemos en Occidente. Como decía Umberto Eco, «los medios de comunicación intoxican más que el vino». Ucrania cedió a las presiones de EEUU y canceló un acuerdo ya firmado con China para la compra de una gran fábrica de motores, Motor Sich, que fue lo primero que se privatizó tras la desaparición de la URSS. Hay cosas que China no olvida, y esta es una de ellas.
Al escribir esto no he visto nada de lo que haya salido de esa reunión, que supongo poco si es que ha salido algo. Porque cuando se ha acusado, y se acusa, a China de genocidio en Xinjiang, de todo tipo de perrerías en Hong Kong (con los dos partidos al unísono con los ladridos) y más, imagino que no hace falta ser muy listo para sacar conclusiones de cuál será la respuesta.
El segundo balance, que los territorios históricos del Donbás están a punto de ser liberados por completo. Luganks sobre todo, que ya lo está en un 90% y que ha emitido un decreto que recupera los nombres históricos de las poblaciones, que habían sido cambiados por los nazis. O sea, la «descomunistización» se revierte.
PD.- Para la desnazificación, física y mental.
1.- La física: el golpe ruso contra el campo de entrenamiento para los «voluntarios» nazis extranjeros. Los rusos hablan de 180 nazis menos, los ucranianos hablan de 35. Doy más credibilidad a los rusos que a los ucranianos y aquí hay un audio de viene a corroborar lo primero. Muchos ya están de vuelta con el rabo entre las piernas.
2.- La mental: «La psicología de masas del fascismo», de Wilhelm Reich. Un libro que tiene casi 100 años, pero que no pierde actualidad. Estamos en el momento que Reich definió como «el fascismo cotidiano», cuando la población interioriza la ideología de la burguesía en el poder y que aparece a través de los «valores» y las «necesidades» que hace aceptar a través de su visión del «orden» y la «justicia», a través de la utilización del lenguaje sobre lo «moderno» y lo «obsoleto» (por ejemplo, la lucha de clases) y que lleva a desconocer y rechazar la lucha obrera (con las huelgas como máxima expresión)… Reich decía que o se hace frente a este tipo de discursos o no se podrá decir que las masas han sido engañadas por el fascismo, sino que lo habrán deseado.
Adenda importante: al hilo de lo primero, se acaba de conocer otra cuestión de órdago a la grande. La Unión Económica Euroasiática y China desarrollarán un proyecto para un sistema monetario y financiero internacional independiente. Se basará en una nueva moneda internacional, que se calculará como un índice de las monedas nacionales de los países participantes y los precios de las materias primas.
Y otra: Bielorrusia y Rusia acuerdan eliminar el dólar en las operaciones de los recursos energéticos.
Y más: India y Rusia están explorando la posibilidad de utilizar el yuan chino como moneda de referencia para valorar el mecanismo comercial de la rupia y el rublo.
(Publicado en el blog del autor, el 14 de marzo de 2022)