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EL ASESINATO DEL LÍDER ALEXANDER ZAJARCHENKO ¿Se abre nueva etapa del conflicto del Donbass?

Compañeros del Conceyu Antiimperialista d’Asturies nos hacen llegar el siguiente artículo sobre la guerra en Donbass, con el ruego de su publicación. Resulta una explicación muy clara de la injerencia imperialista y del trágico panorama que se abre acerca de los acuerdos de Minsk y la posibilidad de una reanudación de la guerra alimentada por EEUU, la OTAN y la UE y cuyas aristas son sistemáticamente silenciadas por los medios de propaganda occidentales.

El reciente asesinato del líder oficial de la República Popular de Donetsk, Alexander Zajarchenko, ha vuelto a poner sobre la mesa la actualidad de esa guerra en pleno centro geográfico europeo, silenciada por los mediass atlantistas. Este crimen político, de facto, se convierte en el acto final del Proceso de Paz de Minsk. Tres años plagados de irrespeto de todos los «altos al fuego» acordados por parte de Kiev ahora culminan con el asesinato de uno de los firmantes de los acuerdos de Minsk-2, con lo cual cualquier continuidad de ese proceso ha perdido sentido para las Repúblicas del Donbass. De hecho ha abierto una fase nueva en el conflicto, tanto por las repercusiones en el interior de las repúblicas y en la Ukrania del Maidan, como en la dinámica de confrontación que mantienen los EEUU-OTAN y la UE, como apéndice de estos, en las fronteras con la FR. Se usa a la «nueva Ukrania» como el ariete de la doctrina político militar de la OTAN para la expansión atlantista, como un instrumento de amenaza a la soberanía y la supervivencia de Rusia.

Como muchas personas hemos permanecido en un espacio informativo claramente sesgado por parte de la aplastante mayoría de los medios de comunicación de los países miembros de la OTAN, vamos a exponer una resumida cronología del inicio y desarrollo del conflicto que comienza no con la «anexión» de la península de Crimea en la primavera del 2014, sino desde el momento de la toma del poder en Kiev por la alianza del oligarcato y la extrema derecha nacionalista a finales de febrero del 2014.
Paralelamente al triunfo del golpe del Maidan en Lvov y Kiev, en todo el sur-este ukraniano se producen movilizaciones masivas contra el Maidan, por el miedo que genera el papel protagónico que toman en él las milicias armadas de los neo-nazis del partido «Svoboda», el Sektor Derecho, OUN, el Partido nacional-socialista de Ukrania y toda una constelación de grupúsculos fascistas menores. Era iluso pensar que la población del sur-este (mayormente ruso parlante y con mayor herencia soviética) recibiría entusiasmada a los seguidores de Bandera y Shujevich (el primero líder del colaboracionismo nacionalista y el segundo oficial de las SS) que se distinguieron por su saña en Ukrania durante la ocupación nazi. Hay dos consignas centrales de tinte xenófobo y anti-comunista, coreadas por la extrema derecha y los partidos oligárquicos nacionalistas que caracterizan las intenciones para con los habitantes de esas regiones y todos los inconformes: «Maleta – Estación -Rusia» y «Comunistas a cuchillo, moscovitas de las ramas». Este aquelarre fascista se desarrollaba ante la vista de los políticos de la UE y EEUU que acudieron allá sin ningún disimulo a arengar a los nacionalistas mientras los medios de comunicación presentaban a estos como «demócratas anti autoritarios» y «activistas anti corrupción». Hoy, a 4 años de aquello, estos medios y personajes callan acerca de los resultados de su cruzada democrática -Guerra Civil- con miles de personas muertas, catástrofe económica, social y ecológica en todo el territorio de Ukrania y una masiva huida de población que se estima en 8 millones en 4 años.

A partir del 24 de febrero del 2014 las grandes ciudades del sur-este como Jarkov, Donetsk, Zaparojzye, Odessa y Mariupol son escenario de masivas manifestaciones contra el golpe del Euromaidan. Es importante señalar que esos mismos sectores no salieron a las calles para apoyar al gobierno de Yanukovich y su partido oligárquico , «Partido de las Regiones» al percibirlo como una fuerza al servicio de la oligarquía, pero se opusieron enérgicamente al «cambio» bajo el signo de la OTAN y protagonizado por la extrema derecha nacionalista. Las movilizaciones masivas en el sur-este a partir del día 25 de febrero llevan a la toma de edificios de las Administraciones provinciales, alcaldías, sedes policiales y de plazas centrales, como la de Lenin en Jarkov y el «Campo de Kulikovo» en Odessa. La policía se abstiene de disolverlas al no estar segura a quien obedecer.

El Donbass, al tener unas características peculiares, sigue esa misma pauta pero de forma mas decidida todavía. En primer lugar tenemos el factor sociológico: Donetsk, junto con la mayor parte de la provincia, es una zona minera con industria de fundición de acero y agro-química, en la que desde la época soviética reside gran cantidad de trabajadores del sector. Por otro lado, es una tierra con gran tradición militar partisana durante la Guerra Patria y que cuenta actualmente con un gran número de veteranos del ejercito soviético. Además, la población conserva la herencia soviética desde el punto de vista de su composición nacional: ukranianos, rusos, georgianos, tártaros, griegos, armenios, judíos – que llegaron en las dos olas de la industrialización (la de los 30 y la mas importante después del 45). El ruso es la lengua que utilizan en su vida cotidiana desde décadas, sobre todo en centros urbanos. Por estos motivos profundos el Maidan no arraigó en Donbass.

Entre marzo y comienzos de abril las movilizaciones en el sur-este comienzan a ser atacadas por las formaciones paramilitares banderistas. Al ser grupos poco numerosos, son reforzados con formaciones que llegan en autocares (armados y dispuestos a todo) trasladados por la recién instaurada Junta desde el oeste: Kiev y Dniepropetrovsk (cuyo gobernador, oligarca Kolomoyskiy, fue primer financiador del «Sektor Derecho»). En Jarkov, la policía anti disturbios traída desde Poltava retoma la sede de la Administración. Así se producen los primeros ataques armados a los manifestantes y líderes en sus domicilios en Zaporojzye y Jarkov que se traducen en asesinatos y detenciones masivas. Los ataques en Donetsk son rechazados y surgen las primeras formaciones de autodefensa y es lanzada la consigna de la República de Novorossia, que comprende todo el sur-este ukraniano. De esta manera desde las asambleas permanentes que se realizan en los edificios administrativos tomados, que se convierten en centros de poder alternativo, va surgiendo la convicción de realizar un referéndum que consolide la ruptura con una Ukrania bajo el dominio de la alianza del oligarcato criminal con la extrema derecha y su dictado xenófobo y de claro discurso de revancha histórica. Rechazando de plano cualquier posibilidad de una fórmula federal de estado y apoyados en su proyecto de una Ukrania etnocentrica, Kiev podía impedir la realización de este referendum únicamente por la fuerza, para lo cual contaba con el beneplácito de los EEUU y la UE.

Mientras que la Junta mantiene un pulso con el sur-este, en el territorio del Donbass y bajo la influencia del referéndum en gestación en Crimea va ganando masivamente la idea de la realización de un referéndum propio para el Donbass que se pretende organizar para el 11 de mayo 2014.

La mayoría de las autoridades locales y la policía se suman al movimiento, por lo que la Junta de Kiev, dirigida por Turchinov, Avakov y Yatsenyuk, comienza a tratar de impedirlo por la fuerza militar y de los batallones de voluntarios neo-nazis. Era imprescindible aplastar esta marea antes de que se extendiera a Jarkov y Odessa, ya que en este caso el proyecto de Novorossia se convertía en una posibilidad viable, siendo una alternativa a la Junta oligárquico-fascista instalada en Kiev bajo el ala de la coalición EEUU-OTAN-UE.
Para doblegar a Donbass se inicia la «Operacion Anti Terrorista» – ATO (en siglas ukranianas o rusas) pero las órdenes, que llegaban del nuevo Estado mayor y la Rada de abrir fuego contra la población movilizada al inicio, son saboteadas por la oficialidad. La población rodea los cuarteles y los soldados del servicio obligatorio, cuyos padres y vecinos están bloqueando las instalaciones militares, con frecuencia abandonan sus puestos.

Pero la Junta termina imponiendo su autoridad, disparando contra la población indefensa. En respuesta, surgen milicias populares integradas en primer lugar por asociaciones de ex-oficiales soviéticos de la región, mineros, trabajadores de otras ramas, voluntarios de toda Ukrania y otras ex-repúblicas soviéticas y más tarde aparecen voluntarios europeos y latinoamericanos.
El 12 de abril se proclama el Levantamiento armado en el Donbas y comienza la fase de guerra abierta, la posterior cronología de los acontecimientos por motivo de espacio podemos resumirla de la siguiente manera:

  • Verano del 2014: Poroshenko lanza una ofensiva militar que recupera Mariupol y casi dos tercios de las provincias de Lugansk y Donetsk. Tras semanas de bombardeos y asedios toman las ciudades de Slaviansk y Kramatorsk, que protagonizaron una heroica defensa de 85 días, y así el ejercito ukraniano llega a los arrabales de Donetsk y Lugansk y sale a la frontera con la FR.

  • En agosto se realiza la primera contraofensiva de las milicias populares de las nuevas repúblicas que termina con la primera derrota de envergadura de las FFAA ukranianas en Izvarino. Del 30 agosto a 2 de septiembre ocurre la catastrófica derrota de Kiev en la bolsa de Ilovaisk, tras la cual Poroshenko suscribe el primer acuerdo de alto al fuego, conocido como Minsk-1.

  • El 16 de diciembre del 2016 Kiev emprende una ofensiva en el sector de Debaltsevo, tras una campaña ininterrumpida de bombardeos de artillería sobre la ciudad de Donetsk y otras localidades durante meses, incumpliendo todos los acuerdos de alto al fuego firmados en Minsk-1. La ofensiva de Debaltsevo se trasforma en otra bolsa, resultado de la pinza que forman las fuerzas de la RPD y las de RPL, produciendo una masiva pérdida en personal y equipo bélico entre las FFAA ukranianas. Ante el descalabro militar, Poroshenko suscribe los acuerdos de Minsk-2, que frenan la contraofensiva de las fuerzas republicanas (igual que en el caso del Minsk-1) y siguen manteniendo hasta el día de hoy la línea del frente prácticamente en los arrabales de Donetsk, Gorlovka y otros centros urbanos de la RPD.

La tesis central que mantiene la «Nueva Ukrania» de que no se trata de una Guerra Civil sino de la «agresion rusa» va ligada a la doctrina de la OTAN, que bajo la batuta de todas las administraciones de los EEUU promueve la expansión de la Alianza Atlántica al Este europeo, no solo a las fronteras de la Federación Rusa, sino que incluso cuestiona la propia integridad territorial de ésta. Es allí donde yace la explicación de la intoxicación sesgada que le dan con el conflicto los mediass atlantistas al público de las metrópolis imperialistas. Sin duda alguna, sin el apoyo humanitario (alimentos, medicinas y logística civil) y sin el apoyo financiero y de suministros bélicos por parte de la FR la supervivencia de las repúblicas sería inviable, pero la presencia de tropas rusas en el Donbass es totalmente falsa y jamás ha podido ser demostrada. Pero esto también tiene su cara menos positiva, ya que se debe al enfoque que da al conflicto parte de la oligarquía rusa, especialmente su poderoso sector financiero, que considera a Donbass una carga, que no merece la pena apoyar, porque con ello el sector financiero sufre bajo sanciones occidentales.

La primera fase del Levantamiento del Donbass tenía un claro discurso de renacionalizaciones y del modelo de integración territorial plurinacional (con referencia a la URSS) – discurso que compartía la mayoría de la población. Eso produce una gran crispación entre un importante sector del oligarcato ruso que comparte negocios con el oligarcato ukraniano: sin ir más lejos, el propio Poroshenko hasta el día de hoy tiene la fábrica de chocolate (con mayor rendimiento de su cadena) que se encuentra en territorio de la FR, en la ciudad de Lipetsk.

La tensión entre las élites que están representadas en el gobierno de Putin en torno a este tema va en aumento. Por un lado existe un grupo de funcionarios y asesores que, junto a los militares, apoyan el reconocimiento a las repúblicas del Donbass y la resistencia anti Maidan en la misma Ukrania, apoyo que hasta ahora fue poco más que un ruido de fondo. Por otro lado está la presión de la oligarquía exportadora y financiera que desea el abandono del Donbass y con eso el regreso de las buenas relaciones comerciales con la UE, en primer lugar. El punto intermedio (que ha demostrado ser un fiasco) son los acuerdos de Minsk, los cuales fueron aceptados por las repúblicas, por no tener otra opción. En este contexto hay que interpretar la muerte de Zajarchenko y de toda una cadena de atentados mortales contra los comandantes más destacados del Levantamiento (Mozgovoy, Driomov, «Batman», «Motorola» y «Givi» y otros) en los últimos 2 años, ninguno de los cuales han sido resueltos. El gobierno de Kiev firmó ambos acuerdos de Minsk bajo el efecto de derrotas militares y aprovechó el respiro que le daban para reagrupar y traer mas tropas y batallones nacionalistas de extrema derecha. El asesinato del líder de la RPD, que es uno de los firmantes de Minsk-2, cierra definitivamente la vía de reintegro del Donbass en Ukrania bajo una formula de «autonomía especial» que pretendían los acuerdos de Minsk.

Poroshenko, ante la más que probable derrota en las próximas elecciones a manos de otros nacionalistas (como Y. Timoshenko) necesita una reanudación de la guerra en fase activa, que le sirva de pretexto para declarar el Estado de Guerra y aplazar las elecciones. Para ello en las últimas semanas se ha concentrado del lado ukraniano una agrupación de fuerzas de infantería, artillería pesada y blindados y se intensificó el bombardeo de las ciudades y pueblos al alcance de su artillería.

DESDE AQUÍ LLAMAMOS a quienes no sois indiferentes ante el destino de los y las habitantes de las repúblicas y la resistencia antifascista ukraniana a estar vigilantes, listos y listas para dar nuestra #solidaridad en las proximas semanas El pueblo trabajador del #Donbass necesitará de toda nuestra solidaridad para resistir la nueva embestida oligárquico-fascista, encabezada por Poroshenko.

(Publicado originalmente en su perfil de Facebook: https://www.facebook.com/331725930709292/photos/a.332192853995933/341374399744445/?type=3&theater)

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