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El infierno llega al jardín

Occidente vive en la locura permanente y, en consecuencia, en un mundo de hadas: sigue pensando que es el hacedor del mundo y que sus reglas y su orden es lo que tiene que seguir el mundo. En definitiva, una mente neocolonial.

Pero no. Por más que se repita no es cierto y la gran guerra que se está librando ya está prácticamente terminada: Occidente está siendo destruido. Por fin.

Primero, con lo que se acaba de conocer: los BRICS superan en Producto Interior Bruto al fantasmagórico G-7. Cuando se habla de «los países más ricos del mundo», refiriéndose al G-7, no es cierto. El PIB de los BRICS, 31’5% del total mundial, supera al del G-7 (30’7%) basándose en la paridad del poder adquisitivo. Ya se conocía, pero ahora es oficial y todo el mundo lo reconoce.

 

Como en la entrega anterior, también la pregunta aquí es por qué ahora se da relieve a esto. Pues porque acaban de pasar dos hechos relevantes, muy relevantes.

El primero, por su significación geopolítica, es el acuerdo de normalización de relaciones diplomáticas entre Arabia Saudita e Irán gracias a la mediación de China.

China es miembro de los BRICS, Irán ha pedido formalmente su incorporación (lo hizo en junio del año pasado) y Arabia Saudita, un mes más tarde, mostró su disposición a  trabajar en la versión ampliada de los BRICS conocida como BRICS+ con la pretensión de pedir su plena incorporación en un futuro próximo. Ese futuro cada vez está más cercano.

A estos dos meses, junio y julio, le siguió la visita de Xi Jinping a Arabia Saudita en diciembre, donde además de con los saudíes se reunió con el Consejo de Cooperación del Golfo y con la Liga Árabe, y, de inmediato, un alto representante chino viajó a Irán para contar lo que se había hablado. Luego, en enero de este año, Arabia Saudita dijo que está dispuesta a discutir el comercio petrolífero en monedas que no sean el dólar e Irán realizó la visita de su presidente a China (febrero). Todo concatenado.

El golpe que ha provocado en Occidente esta reconciliación aún resuena, sin que lo hayan podido asimilar. El «sí, pero..» con que han recibido el acuerdo muestra su desazón porque cada vez es más difícil para los viejos colonialistas seguir controlando el mundo. Entre otras cosas, porque seguro que Irán ha ofrecido garantías explícitas tanto a China como a Arabia Saudita sobre su programa nuclear, ratificando que no quiere la bomba atómica, por lo que la irracional postura occidental sobre ello se desacredita por sí sola. Lógicamente, también habrá una contrapartida saudita a Irán, como el que Irán puede eludir el aislamiento regional sin cambios importantes en sus políticas previamente solicitados por Arabia Saudita. Quedan cosas pendientes, como es lógico, pero ya no son irresolubles.

Según van las cosas, ya se puede hacer otra predicción, sin riesgo de equivocación: pronto veremos una reconciliación árabe con Siria porque China acaba de dar otro paso, dando un poco más de fuerza al fuelle para que haya más fuego en el infierno que está llegando al jardín occidental: la crítica expresa a la «ocupación ilegal de Siria» por EEUU, justo cuando el Congreso de este país acaba de votar por su continuidad.

Occidente (incluyendo a Israel) se ha quedado fuera de juego de una forma no inesperada, pero sí con una rapidez inusitada. Ha sido humillado en su terreno, especialmente EEUU. Una muestra inequívoca de su decadencia, de la decadencia del Occidente colectivo.

Y lo hace no solo en términos diplomáticos, sino económicos. Esto es lo segundo.

Dentro de lo segundo, lo primero: el reconocimiento del pomposamente llamado «jefe de la diplomacia» de la UE de que no hay mucho más que la UE pueda hacer con las sanciones a Rusia -ilegales, según el derecho internacional-. No han dado resultado alguno, como pone de relieve el caso del precio tope del petróleo ruso que os comenté, y el infierno con que se pensaba que iba a deslizarse Rusia se ha vuelto contra los occidentales, contra el jardín occidental.

Lo segundo de lo segundo es que los principales bancos occidentales están de capa caída. 47.000 millones de dólares de pérdidas en dos días. Debe ser el boomerang de las sanciones y otra muestra de cómo el infierno está llegando al jardín occidental. Y, como veis, no está incluido el último banco en quiebra, el Sillicon Valey. Supongo que dado que perderéis el tiempo con los medios de propaganda habituales, habréis leído y/u oído eso de que «no hay riesgo de contagio» al sistema bancario de EEUU por esta quiebra. ¿De verdad? Otra tontería más de los mentirosos patológicos occidentales.

 

¿De dónde creéis que va a salir el dinero para Ucrania, para el rearme, para…?

Y lo tercero de lo segundo es que el FMI acaba de hacer una revisión de sus predicciones para este año sobre Rusia: ahora la economía de Rusia ya no va a caer un 2’3% como había previsto el año pasado, sino que tendrá un crecimiento cero en 2023. Por eso Borrell dice lo que dice, porque ya no hay más «sanciones del infierno» que imponer y las que se han impuesto son ineficaces. Las llamas de ese infierno no han llegado donde se quería, sino al jardín occidental.

P.D.- Manifestaciones masivas contra la OTAN en Bulgaria, Chequia y Moldavia.

Declaración oficial de Rusia de hoy: «Los objetivos establecidos por Rusia en Ucrania ahora solo pueden lograrse por medios militares». Se acabó la hipótesis de negociación. Todo un aviso a Occidente porque Rusia ya va a por todas. Y la cosa va más allá del país 404, antes conocido como Ucrania: la derrota total de la OTAN.

(Publicado en el blog del autor, el 13 de marzo de 2023)

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