ArtículosCampaña OTAN no, bases fueraDestacadosEste de Europa

La palabra definitiva. El lince

Hay palabras que, por sí solas, sirven para entender lo que está pasando. En la reunión del otro día entre el presidente estadounidense y el canciller alemán, el primero soltó una palabra que define a la perfección cómo entiende EEUU su papel y el de sus vasallos. Esa palabra fue «lockstep». Se puede traducir de dos maneras, a la manera de lo políticamente correcto (paso a paso) o a la manera de lo que ha sido siempre (paso de bloqueo). En realidad, Biden lo que hizo fue tirar de la más vieja y rancia tradición estadounidense que es, a fin de cuentas, su propia historia: el «lockstep» era, y sigue siendo, la forma en la que se encadenaba a los presos por los tobillos y, por lo tanto, todos tenían que caminar al mismo ritmo para avanzar mientras el capo de la cárcel blandía la porra y/o el arma.

Es algo más que una metáfora, es una realidad, la única que hay que ver en todo el culebrón de Ucrania y el por qué los perros ladran la misma melodía. Sin excepción, ni siquiera los dos puntales de ese zombi que es la UE, Francia y Alemania. Biden lo dejó bien clarito y el alemán fue incapaz de contestar, por ejemplo, a lo del bloqueo del gasoducto «Corriente del Norte 2».

Aquí voy a hacer un inciso para insistir en lo obvio: Rusia no tiene excesivo interés en este gasoducto, más allá de tener un vínculo con Europa. Os he dicho en reiteradas ocasiones que lo que hay que leer no es el inmenso montón de mierda que son los medios de propaganda occidentales sino los rusos, que no es que sean mucho mejores, pero al menos es lo que dicen ellos de lo que piensan ellos. Y lo que dicen los rusos se resume en tres palabras: adiós a Occidente.

El representante permanente de Rusia ante la UE no lo ha podido decir más claro: «Suponiendo que el gasoducto «Corriente del Norte 2″ no se ponga en funcionamiento, Rusia encontrará otros compradores». Rusia ya tiene otros compradores, como es el caso de China y el penúltimo acuerdo alcanzado sobre el asunto.

Los idiotas del «mundo libre», especialmente los europeos, deberían entender que el gasoducto «Corriente del Norte 2» no va de Rusia sino de ellos mismos y que al seguir el paso que les marca EEUU son ellos mismos quienes se están atando las cadenas a los tobillos. Biden tiene razón, la relación EEUU-UE es «lockstep». Y, en el caso alemán, será el fin de su industria manufacturera y química.

Está, también, el caso de Macron y su viajecito a Moscú. No tiene la mayor importancia, salvo la que él mismo quiera darse porque es EEUU quien parte el bacalao. Como no la tiene el que, ahora, Rusia está siendo cortejada por todos: hoy se convoca el Cuarteto Normandía (Francia, Alemania, Rusia y Ucrania) para hablar del tema y hoy está en Moscú la vice-responsable británica de Exteriores; el canciller alemán va el martes que viene. Pero ninguno de ellos tiene poder y todos, lo que se dice todos, siguen encadenados a lo que dice EEUU porque es EEUU quien controla la OTAN. Lockstep.

Para que veáis el nivel de los europeos, de su absoluta sumisión e ignorancia, os voy a contar lo de la británica. Se llama Liz Truss y es la Secretaria de Relaciones Exteriores, o sea, la segunda del ramo. Ha repetido las mismas tonterías que repiten sus amos, que el ejército ruso debe retirarse de las fronteras con Ucrania. El ministro de Exteriores ruso, sin la menor duda el mejor ministro de Exteriores del mundo, le ha dicho que está dentro de sus fronteras y que tiene todo el derecho a hacerlo. La británica que no. El ruso ha sido muy capcioso: «¿reconoce Gran Bretaña la soberanía de Rusia sobre las regiones de Rostov y Voronej?». Y la británica: «Gran Bretaña nunca reconocerá la soberanía rusa sobre esas regiones». Embarazo. La embajadora británica en Moscú, presente, pide la palabra para explicar a la viceministra que son regiones rusas. Silencio de la vice.

Este es el nivel de los perros ladradores, de los presos encadenados a EEUU.

Por eso Rusia está perdiendo la paciencia de forma clara. Tras la reunión Biden-Scholtz dijo abiertamente que Alemania es «un Estado ocupado, donde los embajadores estadounidenses dan órdenes a los funcionarios alemanes», además de tener 30.000 soldados estadounidenses en su territorio. Y lo dijo después de que se fuese Macron, lo que da a entender dos cosas: que su visita fue banal y que, a pesar de ello, se reconoce el gesto por lo que implica de una cierta autonomía.

En Francia se decía que en la reunión de hoy del Cuarteto Normandía, Ucrania tenía que entregar unas propuestas concretas a las repúblicas populares de Lugansk y Donetsk, un «plan de acción» de acuerdo con lo firmado en Minsk. Si hay que hacer caso a Lugansk y Donetsk, nada de eso se ha hecho o, al menos, a ellos no se les ha entregado.

Este es el panorama. Estos son los presos encadenados a EEUU. Biden tiene razón: la relación con Europa es «lockstep».

P.D.- No es la única tontería y muestra de ignorancia de la viceministra británica. Una amiga me acaba de mandar esta otra joya, confundiendo los países bálticos con el Mar Negro. En estas manos ineptas e ignorantes estamos en toda Europa, dentro o fuera de la UE.

(Publicado en el blog del autor el 10 de febrero de 2022)

Comments are closed.