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Gestión Biden: entre Demencia senil y la Misma “miasma”

Demencia senil, ocurrencias y accidentes…

  • Biden, se encontraba dando un discurso, cuando en medio de este, confundió el nombre de una congresista y se desorientó. Se encontraba en un centro de vacunación en Houston, Texas, cuando expresó: “Discúlpenme, que hago aquí?”, tras el incidente, el mandatario continuo normalmente su alocución.
  • El líder norteamericano, de 78 años de edad, tras querer emular a jóvenes militares activos y entrenados, ha tropezado tres veces, mientras subía las escaleras del avión presidencial, el Air Force One, en la base Andrews, en Maryland.
  • En noviembre del 2016, en el Congreso Mundial Judío en Nueva York, señaló: “soy sionista, pero para eso no se necesita ser judío”.
  • Recientemente Biden, generó un estallido en los medios al calificar al presidente ruso, Vladímir Putin, de asesino y agregando que no tiene alma. Ya en noviembre 2020, había catalogado a Xi Jinping de matón.

Gestión de Joe Biden…

  • Según el analista y escritor Atilio Boron, no debemos hacernos ilusiones en lo que se refiere a un cambio de mandato de Biden, en comparación con Trump y a los continuos y largos gobiernos imperialistas. En un artículo que publicó Biden en la revista Foreign Affairs señaló, primero en relación con Rusia: la sociedad civil rusa resiste con valentía la opresión del “sistema autoritario y la cleptocracia de Vladimir Putin”; con relación a China: reafirma la necesidad de “endurecer nuestra política” hacia el gigante asiático. De lo contrario, asegura, China continuará “robando la tecnología y la propiedad intelectual” de nuestras empresas. Entonces es difícil, que con esta retórica, el mundo pueda respirar tranquilo y confiar en que las tensiones del sistema internacional disminuirán significativamente.

Así mismo, en un artículo de Boron llamado: ¡Quítenle a Biden el maletín nuclear!, indica que, la (previsible y reiterada) tesis central, es que el mundo necesita un líder y EUA debe retomar ese papel, otorgado nada menos que por Dios, y abandonado por Trump que intentó que EEUU, “fuese grande otra vez”, abdicando de su responsabilidad de mantener el orden internacional y desairando a sus aliados y amigos. Ante esta imperdonable defección, Biden propone que Washington vuelva a sentarse en la “cabecera” de la mesa de las negociaciones internacionales y así restaurar la hegemonía perdida.

El delirio de Biden es de extrema peligrosidad, y refleja el talante que predomina en el equipo de secretarios y asesores de su gobierno. Son expresiones nítidas de la ideología estatal del imperio. Resulta interesante que las principales amenazas para Estados Unidos sigan siendo las mismas que las identificadas por la administración Trump: se considera a Rusia, China, Corea del Norte e Irán las mayores amenazas a las que deben hacer frente.

  • Con Cuba prometió en campaña que eliminaría parte de las crueles medidas impuestas por Trump, entre ellas permitir las remesas familiares y los viajes de cubanos residentes en Estados Unidos, además retomar otras de las aprobadas bajo la presidencia de Barack Obama, en las que participó como vicepresidente, pero sus declaraciones más recientes indican que continuará con las sanciones, aunque no está del todo claro, si es por decisión propia o por las presiones del grupo de mafiosos anticubanos sentados en el Congreso.
  • El gobierno de Joe Biden, está respondiendo a una oleada de niños cruzando la frontera desde México, con algunas de las mismas tácticas que indignaron a los demócratas cuando el entonces presidente Trump las adoptó. Eso incluye albergar a los menores en centros de detención improvisados, y los republicanos dicen que los demócratas son ahora quienes “meten a niños en jaulas”.
  • Recientemente, después de infinidad de reuniones, se definió que el ataque sería en la madrugada del 25 de febrero, centrado en dos objetivos de milicias chiíes en Siria, cerca de la frontera con Irak, y de noche, para minimizar el número de víctimas.
  • Ya el día 17 de marzo 2021, se informó que Estados Unidos incluyó a Rusia, en la lista de aquellos países a los que niega licencias de exportación e importación de artículos y servicios de defensa.
  • La política hacia Rusia, parece ser una estrategia de ejercer mucha presión, hacia asuntos serios tales como:
    1. Los acuerdos sobre armas nucleares.
    2. La situación crítica respecto a Ucrania y Crimea.
    3. Los peligrosos y provocadores avances militares de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) hacia la frontera occidental rusa.
    4. Los roces por el apoyo que da Moscú a la sociedad y el gobierno sirio en Asia Occidental.
    5. Los toques derivados del vínculo ruso-germano por el gasoducto Nord Stream, en la zona del Báltico.
    6. Como también el erigir un arco de relaciones, claramente en contradicción con los intereses hegemónicos estadounidenses, conformado por la misma Rusia, China e Irán y aquellos países, que han sufrido las presiones y las políticas de fuerza de Estados Unidos.
  • Una situación inaudita en la política de EEUU-Biden, es que en plena pandemia, éstos boicotearon el acceso de Brasil a la vacuna rusa “Sputnik V”, siendo el país con más muertes diarias y el segundo en el mundo (tras EUA) en cantidad de contagios (11.519.609) y muertes (2.665.749) por el Covid-19. Además, sabemos de la intervención para el rechazo de Panamá a la presencia solidaria de la Misión de Salud de personal cubano, tal como sí ocurrió en varios países, entre otros en Italia.
  • Biden declaró que va a utilizar los métodos tradicionales usados por los demócratas: la promoción de los valores democráticos por todo el mundo. Es muy probable que esto se refiera a que Estados Unidos tiene la intención de llevar a cabo toda una serie de “revoluciones de colores”, adaptadas a la realidad actual, para alcanzar sus objetivos. Además, se buscará presionar nuevamente a todos sus aliados por medio de la OTAN.
  • Finalmente, y por ahora, con relación a la carrera armamentista de Biden-EEUU, según expertos analistas como Germán Gorraiz López, éstos completarían la quinta fase del despliegue del escudo antimisiles en Europa (Euro DAM) que simbolizará la irrupción de la Guerra Fría 2.0. Ello significará el retorno a la Doctrina de la Contención (Doctrina Truman), cuyas ideas principales se resumen en la cita “el poder soviético es impermeable a la lógica de la razón pero muy sensible a la lógica de la fuerza”. Situado de momento en la quinta fase del despliegue del Euro DAMN, asistimos a unas sorprendentes declaraciones del ministro británico de Exteriores, Philip Hammond recogidas por el diario “The Telegrah”, en las que afirma que “Londres podría acoger misiles nucleares estadounidenses en suelo británico, en medio de las tensiones con Rusia”, lo que podría entenderse como el retorno a una carrera armamentista, como la mantenida durante la Guerra Fría con la URSS.

EEUU tendría planificado un programa nuclear, con una duración de treinta años y un costo de un Billón de dólares, así como un sistema diseñado para detectar misiles de crucero en territorio estadounidense (JLENS), carrera armamentística que por mimetismo se extenderá al espacio geográfico que se extiende desde Israel hasta Corea del Norte (incluyendo a países como Irán, Pakistán, India y China).

Quedando América Latina y el Caribe libres de armas nucleares, tras la firma del Tratado de Tlatelolco (1.967), a pesar del riesgo potencial de la presencia de submarinos nucleares británicos en las Malvinas.

Más preguntas que respuestas: ¿Por qué se oponen los yanquis, a la descolonización de Puerto Rico y pretenden la separación de Hong Kong del territorio de China? ¿Permitirán los yanquis que Beijing, estimule protestas populares entre los boricuas y apoyen con dinero las campañas para su independencia, similares a las que sufragan en Hong Kong?

Pésimo camino el elegido por Biden, sin percatarse que pudiera facilitarle el regreso a Trump a la Casa Blanca, e incluso recuperar el Congreso, si antes no revisa con lupa su cuerpo de asesores, pues tal parece estarle cavando su tumba política, al mostrarse con esas reacciones irracionales, propias de un presidente, sin el talento suficiente para dirigir a una potencia nuclear, que avivan los comentarios de estar padeciendo cierta demencia senil.

Política de EEUU-Biden, entre la locura y la misma “miasma” mierda, expresión de Chávez.

 

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